Nací en un pueblo de Tarragona llamado Ulldecona. Una vez al mes mi padre me llevaba al cementerio a ver a mi hermana que murió de pequeña. En el centro del cementerio hay una tumba lujosa y yo cuando era pequeño le preguntaba que quién había en aquella tumba, él no me contestaba. Cuando ya fui mayor me explicó que en aquella tumba estaban los fascistas y los rojos en las cunetas. Yo he pensado que para igualar esta injusticia habría que sacar los huesos fascistas y colocarnos en las cunetas y los rojos ponerlos en la tumba lujosa.
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