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José Francisco Conrado de Villalonga

Irene Montero, «again»

De nuevo la prensa nacional ha puesto en evidencia al matrimonio Iglesias-Montero y la incoherencia e inconsistencia de un partido político que se dedicó un tiempo a atizar la indignación general contra la clase política y que consiguió llegar a detentar importantes cotas de poder. En aquellos momentos, en la Puerta del Sol de Madrid, explicaban que si lograban llegar a gobernar acabarían con los privilegios de una clase, la casta, que vivía a costa del erario público, hoy después de haber conseguido situarse en el Parlamento, Gobierno central, gobiernos autonómicos y ayuntamientos están demostrando que lo que pretendían era simplemente quitar a una casta de en medio para ponerse ellos. Su indignación con el sistema al que combatían se basaba en un determinado número de denuncias y propuestas, populistas todas ellas, pero que consiguieron venderlas a muchos ciudadanos de buena fe, que creyeron en ellos y que compartieron sus «ideas». Por ejemplo acabar con el sistema político surgido en el año 78, el régimen del 78, acabar con la monarquía e instaurar la república, terminar con los privilegios de los que estaban en cargos públicos, coches oficiales,- ellos debían de ir en metro, para dar ejemplo-, asesores inútiles, controlar el despilfarro, temas todos ellos que motivaban, indignaban e indignan, con razón, a la ciudadanía.

Una vez colocados en determinados puestos de poder, ¿qué han hecho? ¿cuál es el resultado de su actuación? Basta leer los periódicos para conocer lo que realmente aportan, inocultable. Asesores innecesarios e inútiles, enchufados, el transporte en metro olvidado, todos ellos disfrutan de automóviles de «alta gama», expresión risible pero que define un tipo de coche caro, conductores, cada vehículo precisa dos o tres choferes, escoltas, vigilancia policial en sus residencias, viajes en clase «business» y afortunadamente se desconocen cual han sido, hasta hoy, su aportación al país, desde el gobierno. Un ejemplo de eso se puede personalizar en el matrimonio (¿) Iglesias-Montero que en poco tiempo han pasado de unos pisos en algún modesto barrio de Madrid a una villa en Galapagar, con piscina, jacuzzi, casa para invitados y servicio doméstico gratuito, entendámonos, gratuito para ellos pero que pagamos nosotros, cuatro vehículos oficiales, todo ello vigilado por la Guardia Civil.

Ya tienen una causa abierta en los tribunales por la contratación de una asesora del Ministerio de Igualdad, que regenta Irene Montero, la cual tenía como función ejercer de niñera para los hijos de la pareja. La susodicha asesora-niñera es una tal Teresa Arévalo, lo cual, si es así, y debe de serlo, supone que los altos cargos de Podemos hacían un uso abusivo y delictivo de recursos públicos. Pues bien, el tema no queda aquí, ahora en declaración en sede judicial, otra testigo, de profesión escolta de autoridades, ha manifestado que ella tenía la función de llevar a Galapagar, donde tienen la residencia los Sres. de Iglesias-Montero, a la niñera, a la Sra. Arévalo y otra, no lo sé, cuidadora de los niños del matrimonio. La persona que según la testigo-escolta, hacía de sirvienta y «estaba contratada por el Congreso o por Podemos, no lo tengo claro. Desde luego no la pagaban ni Iglesias ni Montero» (declaración textual de la escolta Gara Santana). Esa servidora pública, Gara Santana es pareja, al parecer, del diputado Rafa Mayoral. «Trabajaba la niñera ocho o diez horas, (dijo Gara) y yo la trasladaba por la mañana, se quedaba todo el día y luego yo la llevaba de vuelta a Madrid». El equipo de trasporte de esa niñera lo componían cuatro personas, se supone que por turnos. La testigo-escolta también dijo que a ella la obligaban a hacer trabajos que no se correspondían con su función de escolta, como ir a buscar al padre de Irene Montero o arreglarle papeles a la madre de la Sra. Ministra.

El caso «niñera» se está complicando, el Juzgado nº 42 de Madrid tiene abiertas varias investigaciones derivadas del caso Neurona, por pagos no justificados con dinero público, ahora están apareciendo nuevos casos, entre ellos desembolsos hechos a uno de los fundadores de Podemos, Juan Carlos Monedero. Desconocemos la cuantía de esos pagos, pero seguro que no se trata solamente de unas monedas para llevar en el «monedero».

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