Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miguel Vicents

Turoperadores con otros planes

El Govern no deseaba que el inicio de la desescalada turística se produjera tan pronto. La caída en la incidencia del coronavirus invirtió su tendencia a la baja a las puertas de la Semana Santa, después de tres meses de mejoras paulatinas y duras restricciones. El interludio vacacional le parecía al Ejecutivo de Armengol una fiesta inoportuna, cuyas consecuencias solo podían comprometer a dos meses vista el inicio de la temporada turística, cuando Balears se juega realmente la recuperación de su maltrecha economía, con una caída del PIB del 27%, 85.000 parados y 30.000 trabajadores en ERTE. Pero los operadores turísticos tenían otros planes.

El Gobierno alemán recomendó a sus ciudadanos no viajar a Mallorca en Semana Santa. Con la incidencia del coronavirus al alza en todo el país, desaconsejó encarecidamente a la población los viajes interiores y exteriores. Angela Merkel incluso manifestó que removería cielo y tierra para impedir los viajes de sus compatriotas a Mallorca. Y cumplió su promesa, abandonando a su suerte en la isla a los viajeros que dieran positivo, sin playa, sin poder regresar a su país hasta que no obtuvieran una prueba diagnóstica negativa y sin otra alternativa que pagarse de su bolsillo la estancia en el periodo de cuarentena. Pero los operadores turísticos tenían otros planes.

Y ni en Balears ni en Alemania se ha escuchado ningún reproche gubernamental contra ellos y su desescalada turística a la carta, mientras la incidencia vuelve a crecer en media Europa y el proceso de vacunación sigue a paso de tortuga. La debilidad global contra el coronavirus juega en contra de todos, de los ciudadanos y de las empresas. Pero las grandes corporaciones, al parecer, siguen teniendo otros planes.

Compartir el artículo

stats