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Jose Jaume

Desde el siglo XX

José Jaume

Juan Carlos no se va de España, lo echan

Se equivocan quienes, principalmente la izquierda podemita y nacionalista, afirman que Juan Carlos ha huído de España. La realidad, triste para el Borbón, es que lo han echado

No estamos ante el epílogo de una representación ya vista en los últimos siglos en las Españas: el exilio de un Borbón. La tatarabuela, Isabel II; el abuelo, Alfonso XIII, y el padre, Juan sin tierra, III para los cavernícolas legitimistas, de Juan Carlos, conocieron el exilio. Las cíclicas convulsiones de la historia española hacen prever que no hemos abierto la postrera página de una obra que se escribió con renglones torcidos en 1978. La Constitución fue monarquía parlamentaria al no poder ser otra cosa. Se salía de la dictadura asesina y tóxica del general Franco por lo que se hurtó a los españoles la capacidad de decisión. Aquella deuda está más cerca de ponerse al cobro. Entonces, solo entonces, será cuando se redacte el epílogo. Aquí, en Desde el siglo XX, se dijo el siete de julio que otro Borbón enfilaba el camino del exilio. Así ha sido. El hijo ha indicado al padre, por imperativo consejo del presidente del Gobierno, la puerta de salida. Es la constante en la biografía de los Borbones, a los que en España cada vez que se les ha dado la patada han acabado por regresar. "Los Borbones siempre vuelven", parece que dijo el general Prim, quien despachó a la tatarabuela del nuevo exilado en 1868. Afirma que se va porque no desea que asuntos del pasado de carácter privado pongan en dificultades a Felipe VI. Cómo que asuntos privados del pasado. Presentes y concerniendo a todos los españoles. El comunicado de Zarzuela es peor que patético: es inútil, como inútil es el exilio en República Dominicana. La crisis institucional está abierta en canal. Se ha venido gestando años, ahora empieza a reventar y veremos cuál será el mencionado epílogo. Puede anticiparse que en ningún caso tendrá carácter benévolo.

El frente republicano se articula con fuerza. No es solo que Podemos desde el Gobierno diga lo que ha dicho, sino que el proceso de deslegitimación de la Monarquía se ha puesto definitivamente en marcha. Son varios los actores, y entre ellos hay partidos nacionalistas con fortísima implantación en sus territorios: Cataluña y Vasconia. Las encuestas, que las hay, indican que la ciudadanía empieza a ser mayoritariamente republicana. Además, a la causa monárquica no ayudan los aspavientos de la derecha, los de PP y Vox, ensalzando a Felipe VI al tiempo que enfatizan a beneficio de inventario el legado histórico de Juan Carlos. Al hacerla suya la fragilizan todavía más. Si la Corona tiene en España la posibilidad de sobrevivir, que puede hacerlo, se debe al respaldo del PSOE. No deja de ser un retruécano del destino que el partido que más y mejor ha encarnado la herencia de la Segunda República se haya convertido en el arco de bóveda de la actual monarquía parlamentaria. Pero así es: el sustancial respaldo que hoy posee Felipe VI es el del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, que está exhibiendo una capacidad política homicida como no la ha tenido ninguno de sus antecesores. Si Sánchez, también todopoderoso secretario general del PSOE, persevera en el apoyo al Rey el frente republicano tendrá muchísimas dificultades para conseguir sus propósitos.

Ahora la cuestión es la de conocer si se darán las llamadas condiciones objetivas para hacer posible la convocatoria del referéndum por el que pugna el frente republicano. A través de la Constitución es vía cegada, pero preguntémonos: ¿era factible la Segunda República antes del 14 de abril de 1931? Los observadores del momento no apostaban por ella, y eso que el bisabuelo de Felipe VI, el abuelo de Juan Carlos, vulneró groseramente la Constitución al endosar la dictadura del general Miguel Primo de Rivera en septiembre de 1923. Lean, si tienen la oportunidad, el libro de Miguel Maura Así cayó Alfonso XIII. Ocurre que en España lo más insospechado sucede. ¿Era previsible el marasmo actual? En tiempos de la Covid-19 todo es posible.

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