La falta de práctica negociadora y dialogante de este país obliga a descartar una flexibilización de los gobiernos en minoría que facilitaría la gobernabilidad y pacificaría el terreno de juego parlamentario, de forma que el PSOE, que ha ganado con diferencia las elecciones generales, deberá alcanzar un pacto de gobierno para vencer la hostilidad de sus adversarios con una minoría mayor que la contraria. En definitiva, tendrá que apoyarse en Unidas Podemos -juntos representan 165 escaños- y en otras minorías. Con el PNV, Compromís y el partido cántabro de Revilla, se alcanzan los 173 diputados, suficientes para ganar la investidura en segunda votación si ERC se abstiene
Las razones por las que el PSOE se niega a formar una coalición de gobierno -o un gobierno de coalición si se prefiere- con Podemos son aproximadamente las mismas, actualizadas, que hicieron imposible una coalición en el pasado del PSOE con Izquierda Unida, que hoy está integrada en la formación morada: hay incompatibilidades de fondo y discrepancias fundamentales que dificultan una relación estrecha. No en vano es legendaria la animadversión visceral que se han profesado históricamente la Tercera Internacional y la socialdemocracia.
El argumento de más calado que se ha objetado desde el PSOE para negar la coalición con UP ha sido el conflicto catalán, en el que Podemos ha mantenido una actitud propicia a la celebración del referéndum de autodeterminación, aunque fuese para tomar partido por la continuidad de Cataluña en el Estado (esta es la posición oficial de los comunes de Colau, calificada con razón de ambigua). Todavía se recuerda con horror en Ferraz la difícil fase del tripartito que desembocó en un pleito que acabó en 2012 gracias a la voluntad de entendimiento de Alfredo Pérez Rubalcaba y Pere Navarro, que consiguieron suscribir la Declaración de Granada, un nuevo "pacto territorial" de compromiso que salvó la situación. Pero sería después, en 2015, cuando Iceta apartó del programa electoral del PSC el "derecho a decidir", poco razonable en una formación de Estado que ha de medir con gran cautela sus propuestas que exceden de la Constitución e implican por tanto la idea de reforma.
En medios socialistas, se manejan además otros argumentos que dificultan la confianza entre PSOE y UP: el futuro gobierno tendrá que gestionar la sentencia del procés, y habrá de hacerlo con la sobriedad debida, teniendo en cuenta la división de poderes y al mismo tiempo la conveniencia de abrir un proceso de negociación con el soberanismo que sea respetuoso con el marco constitucional. La petición extemporánea de indultos o las propuestas rupturistas serían inaceptables para un gobierno consciente de la necesidad de consensos transversales. Es oportuno recordar que UP respaldó el recurso de inconstitucionalidad de los comunes contra ciertos aspectos de la aplicación del artículo 155 por Rajoy, que contaba con el respaldo del PSOE. La redacción de aquel recurso corrió a cargo de del catedrático de Derecho Constitucional Joan Vintró, uno de los expertos nombrados por el Gobierno de Puigdemont para supervisar el recuento del referéndum ilegal del 1-O.
Hay otros aspectos vidriosos: la negociación con Bruselas requiere extrema delicadeza, y, desde luego, el cumplimiento de los requerimientos y los pactos suscritos; la ligereza de Podemos en este aspecto ha sido proverbial. Y asimismo, Podemos se ha opuesto públicamente a diversas decisiones adoptadas pre este gobierno (y por los anteriores) con respecto a las políticas de la OTAN. Sánchez mantendrá la participación en la misión en Irak (la NATO Mission Irak) a la que ya hemos aportado 500 hombres, que se renovará en otoño y que ha fue criticada por Iglesias; asimismo, Podemos ha manifestado su oposición a un plan conjunto de siete países de la OTAN de compra de munición marítima?
Es, en fin, evidente que una coalición requeriría un pacto de lealtad total de UP hacia el Ejecutivo en estas materias y en todas las demás que pudieran plantearse. La confianza puede lograrse si hay verdadera voluntad, por lo que, aunque difícil, esa coalición siempre puede seguir siendo una posibilidad.
