Durante la reciente campaña electoral ha habido una desafortunada intervención de Pablo Iglesias en el transcurso de un mitin, precisamente en Palma. Concretamente en el Parc de ses Estacions, Iglesias ha descalificado a Amancio Ortega, dueño de Inditex, por el hecho de que había hecho una donación de 320 millones de euros a la sanidad pública española, con destino a la compra de instrumentos de gran precisión en la lucha contra el cáncer ¡qué atrevimiento el del señor Ortega! El número uno de Podemos dijo textualmente: "No se puede consentir que la salud pública de nuestros hijos y de nuestros padres dependa de las limosnas de un multimillonario"?, "que se entere el señor Amancio Ortega". A este desatino de Iglesias, se añadió el Secretario General del IB-Salut, señor Palomino, diciendo que la donación de Ortega, de 6,2 millones "solo ha permitido acelerar inversiones que ya contemplábamos hacer en nuestro plan de implantación global para la oncología". Su confesión de que ya ha utilizado ese dinero y su nulo agradecimiento bastan para descalificarle, señor Palomino.
No conozco personalmente a Ortega, pero si tengo referencias a través de mi suegro quien contó, en cierta ocasión, que acudía, como cliente, en la Coruña, a la sastrería en la que Amancio trabajaba de mozo y, que por cierto le incomodaba mucho que el sastre tratase con desconsideración a aquel chico, llamado Amancio. El "mozo", Ortega, con tesón, esfuerzo e inteligencia, creó la empresa más importante del mundo en el sector textil. Ante el "linchamiento" a un emprendedor, que se ha hecho así mismo y que con generosidad facilita tecnología avanzada a la sanidad pública, es conveniente facilitar alguna información referida la empresa de Ortega. Inditex ingreso en el año 2018 en la Hacienda estatal 1.700 millones de euros en concepto de impuestos y en el año anterior fueron 2.000; da empleo en España a 48.000 personas y en otros países a más de 150.000. Estos datos por si solos son dignos de elogio y desautorizan a quien demagógica y miserablemente hacen uso de un recurso fácil contra personas cuya labor, económica y social, debería ser elogiada. MERCO, Institución que anualmente elabora un Rankin de las empresas con mayor reputación en España acaba de publicar su décimo novena edición en la que aparece Inditex como la compañía mejor calificada.
En EEUU los empresarios son objeto de especial consideración, se valora el esfuerzo, el éxito y su aportación al progreso. En el año 2009, Bill Gates, Warren Buffet, Michael Bloomberg y varios más, crearon una asociación a la que llamaron "The Giving Pledge", (compromiso, o promesa de dar"), asociación con la que se comprometieron a hacer importantes aportaciones para fines sociales. Se estima que podrán alcanzar esas contribuciones los 675.000 millones de dólares. Recientemente un grupo de personas pertenecientes a las grandes fortunas de Francia, François Pinault, Bernard Arnault, la Familia Betancourt y otros, han hecho donativos multimillonarios para la reconstrucción de la Catedral de Notre Dame, ¿alguien en Francia se atrevería a descalificar a estos señores por haber hecho estas donaciones? En España, sí ocurre. ¡Penoso!, entran ganas de emigrar a otro país.
En la Roma Imperial de hace 2000 años un hombre de negocios de origen etrusco (70-8 a.C.) llamado Cayo Mecenas, muy relacionado con el emperador Octavio Cesar Augusto, decidió destinar una parte importante de su fortuna a la educación de los jóvenes, impulsar las artes y fomentar la literatura. Ayudo a Virgilio y a Horacio para que pudiesen dedicarse a escribir, ¿qué hubiese sido de las elegías de estos poetas si no hubiese estado allí, con su dinero, Cayo Mecenas? Desde entonces el nombre de Mecenas ha quedado ligado a la historia de la educación de las artes y de la literatura. Mecenas es desde entonces, equivalente a generosidad, calificativo a otorgar a aquellos que impulsan, dan apoyo o patrocinan actividades sociales, científicas y artísticas de forma desinteresada. Sin esperar ninguna contraprestación, eso sí, al menos respeto.
