El Govern-PSOE concluye que la respuesta del Govern-PSOE a través de Emergencias a las inundaciones con trece muertos de Sant Llorenç fue "muy buena, rápida y proporcionada". Dados los trece cadáveres, tal vez sobra el "muy", y también están de más las tres palabras siguientes. Al tratarse de un informe científico, y por tanto traducible al lenguaje numérico, debería especificar cuántos muertos han de producirse para que la reacción pueda calificarse de "regular, lenta y poco proporcionada". ¿Tal vez cien fallecidos, doscientos, trescientos? Dado que los trece muertos del pasado nueve de octubre son inocultables, la rama socialista del ejecutivo ha encontrado la víctima propiciatoria de costumbre, el Govern-Més.
Por una vez, el Govern-Més no está dispuesto a cargar con los trece muertos de la intervención "muy buena, rápida y proporcionada" del Govern-PSOE. Ha elaborado un contrainforme que ratifica la opinión de los enemigos de los informes oficiales, la gestión de unas inundaciones con trece muertos no aporta ni un solo argumento para congratularse. Y Cati Cladera debió asumir sus responsabilidades antes que Vicenç Vidal, el chivo expiatorio habitual del Pacte.
Mientras los dos Governs deciden quién actuó peor en la torrentada con trece muertos, el espectador aprende que la tormenta comenzó a las tres de la tarde, con tiempo sobrado para lanzar algún aviso. Y mientras Més y PSOE se arrojan los trece muertos para deleite de las derechas, el enemigo público número uno de Mallorca también llamado Pedro Sánchez mantiene en su puesto a la delegada de la Agencia Estatal de Meteorología. Hay que odiar mucho a la isla, para no haber relevado de inmediato a la responsable de un organismo que solo decretó la alerta roja cuando ya habían muerto trece personas, y cuando ni llovía ni volvería a llover.
