Melodramático y solemne en su intervención en el Teatro Nacional de Cataluña previa al 11S, Torra se dirigió en estos términos a los catalanes: "Esta es la propuesta que hago al pueblo de Cataluña: o libertad o libertad. Y amparado en el mandato del 1 de octubre y tomando como ejemplo luchas como la de Luther King, propongo una marcha por los derechos civiles, sociales y nacionales de Cataluña". El auditorio, embelesado, rompió en aplausos y hasta en lágrimas, alentado por la emotiva y falsaria arenga.
Pero la comunidad internacional, que contempla con displicencia y curiosidad el espectáculo, no se ha dejado embaucar esa vez. Y el director del instituto de Educación e Investigación Martin Luther King Jr. de la Universidad de Stanford (California), el doctor Clayborne Carson, ha respondido con acritud a la estupidez del conducator catalán: "No es justo que usen su figura. Luther King trataba de liberar a los afroamericanos de un sistema opresor, y no veo que formar parte de España sea una opresión. Para empezar, nadie impide a los secesionistas ejercer sus derechos humanos fundamentales, ni veo en general que sean oprimidos como grupo, así que uno y otro movimiento no son comparables. Es ir demasiado lejos".
Los ecos de la carcajada global todavía pueden escucharse si se afina suficientemente el oído.
