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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Prohibido ir a Formentor

La foto más grotesca de la legislatura muestra a tres miembros del Govern ultraprogresista posando en la estación de autobuses del Port de Pollença, donde los mallorquines se verán obligados a dejar sus coches si quieren visitar Formentor. Después de condenarnos, los consellers se suben a sus vehículos oficiales para volver a Palma. Es decir, los propietarios de un chalet en la zona podrán visitarla libremente, y a partir de ahora con mayor desahogo. También podrán circular sin limitaciones por el resto de la isla congestionada. En cambio, los malditos aborígenes sufrirán la saturación de las zonas que habitan, y se les prohíbe además transitar por la península paradisiaca. Este régimen se llama feudalismo, y de la ultraizquierda esprábamos un colapso democrático, soportado en porciones alícuotas por el conjunto de la población.

Nadie ha mitificado más a Formentor que su seguro servidor, pero el desastre de la Mallorca contemporánea ha de ser interclasista y sin escapatoria. ¿Por qué no limitar las Avenidas, la Vía de Cintura y demás carreteras inundadas a la circulación de los coches de sus vecinos, obligando a todos los habitantes de otras zonas y visitantes a recorrer estas vías únicamente en autobús? Los habitantes del valle de Sóller pueden exigir asimismo el cierre del Túnel a vehículos privados, hasta crear la isla de los compartimentos estancos.

Ahora que Podemos tiene chalet, y que los líderes ecologistas residen en espacios protegidos, persiguen que nadie turbe la paz de sus refugios y que se liberen las zonas vírgenes de intrusos. A continuación, ellos pisotean las carreteras ajenas cuando necesitan ir al carrefour. Mientras tanto, los contribuyentes han de pagar las vías que dan acceso a las zonas privilegiadas, y que en ningún caso se sufragan exclusivamente con los impuestos de quienes las disfrutan. El futuro de Mallorca es una costa inaccesible a los nativos, amontonados en los parajes inhóspitos por un Govern progresista que les monta excursiones. La resignación no es la respuesta. Ocupad Mallorca.

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