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Matías Vallés

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La Oficina Antifraude quiere una parte del dinero que recupere

Todos los Governs tienen un problema con el fraude, pero el Pacto de Progreso también ha colisionado con el Antifraude. La Oficina Anticorrupción quiere una parte del dinero que recupere, al perseguir la corrupción en el seno de las administraciones mallorquinas. Así consta en la propuesta de Reglamento entregada para las alegaciones pertinentes por Jaume Far, primer director de la institución creada por el Parlament.

Acaba la semana en que Rafael Nadal se convirtió en el segundo mallorquín más famoso del mundo, por detrás de Valtonyc. (Céntrese, que no hay quien le lea). Nadie duda del prestigio de Far como inspector de Hacienda, pero su Reglamento ha sorprendido a los juristas. Contempla la incorporación de un director adjunto de Anticorrupción, así como de jefes de área, con la consideración de altos cargos. Además de la cuota sobre las cantidades recuperadas, también incorpora ingresos procedentes de herencias y donaciones.

Los letrados del Parlament tendrán trabajo para lidiar con la Oficina. Los juristas defienden que, en caso de fraude a la Administración, el ente público ha de quedarse por ley con todos los recursos rescatados. Por su parte, el zar anticorrupción desea atraer a los mejores funcionarios, lo cual exige una política de incentivos. El incisivo Far también desea regular su acceso a la información bancaria de los posibles investigados, con el gran dinero hemos topado.

Si el Govern deseaba una Oficina Anticorrupción pasiva, nunca estuvo más equivocado. Aunque no conozcamos todavía el fruto de sus desvelos, nadie acusará de inacción a Far, que ya ha abordado resoluciones y convenios. La institución desea colaborar por ejemplo con la Agencia Tributaria. Ningún esfuerzo es suficiente para quienes pensamos como el Director que todo político se corrompe, y que los políticos absolutos se corrompen absolutamente.

Alberto Jarabo sostiene que el palacete de los Iglesias es tan contradictorio como si el diputado mallorquín llevara a sus hijos a un McDonald's. Igualito, siempre que la factura de la comida rápida alcanzara los 600 mil euros. Y alguien deberá explicarnos la obsesión de los políticos del partido de ultraizquierda por infligirnos a su progenie, desde el famoso bebé de Carolina Bescansa.

El 29 de junio coronan cardenal en Roma a Luis Ladaria, destinatario el pasado jueves de un delicioso artículo de Norberto Alcover en estas páginas, de jesuita a más jesuita. El obispo Sebastià Taltavull ha pospuesto dos ordenaciones ya programadas para no perderse los fastos vaticanos, alguien quiere ser arzobispo de Barcelona. El nuevo purpurado de Manacor se ha comprometido a celebrar una de sus primeras misas en Palma, así sea.

Acaba también la semana en que media docena de condenados de Gürtel han superado la pena de 16 años de cárcel impuesta a Josep Juan Cardona. El nuevo récord queda en manos del PP, imbatible en este negociado. José Castro encontró su biógrafa en Pilar Urbano, y en unos días sale al mercado el recorrido vital de Pedro Horrach, firmado por Ana Martínez Aguirre bajo el encabezamiento de "El fiscal que puso en jaque a la corrupción". El abogado defensor posa en portada en la Rampa de los Duques de Palma, marcando territorio.

Lucia Patrascu fue maltratada a puñaladas por su marido tras abandonar el cuartel de la Guardia Civil en Pollença, donde no se apreció la necesidad de intervenir. El feminismo oficial se desentendió vergonzosamente de las circunstancias previas al asesinato, en la terraza de un apartamento del Port y a la vista del vecindario. Una jueza archivó el caso, sin comentarios. En solitario, la Audiencia de Palma reabre la investigación y restablece la condición de doble víctima de una inmigrante rumana desatendida por tantas mujeres.

Los periódicos nos inundan con artículos sobre "Qué hacer si te pica la Carabela Portuguesa", cuando la auténtica preocupación necesitada de asistencia psicológica es "Qué hacer si no te pica la Carabela Portuguesa y vuelves a sentirte un fracasado". A propósito (a propósito de qué, cada domingo más confuso), recuerde dónde leyó el 23 de octubre de 2016 la transcripción de una grabación efectuada a Jaime Barceló, coronel de la Guardia Civil en Balears. "El que ha trabajado un poco en esta Guardia Civil y no ha soltado una paparra, es que ha trabajado poco, porque eso lo hemos hecho todos. A mí un tío que pega a un guardia, aún por hoy todavía se lleva un par de hostias. Después ya veremos, ya escribiremos, ya veremos lo que tenemos que hacer". La repercusión disciplinaria de este exabrupto fue nula. Y nadie piensa que el jefe supremo de la Benemérita en la isla actuaría como habla. Salvo que fuera rapero, por supuesto.

Grip Face es el nom de guerre del artista callejero mallorquín del que todos cuchichean y que hoy nos ilustra. Pinta o lo que sea el horror con rostro humano. Su obra, que interrumpe los parajes más desolados de Palma, ha captado la atención de un mecenas que absorbe ahora su producción entera. En Madrid, claro, nuestros ricos solo entienden de dinero. Vean Maria by Callas si odian los documentales, es tan perfecta como si hubieran contratado a una actriz para interpretar a la Kaloyerópulos. Y la recomiendo desde mi condición de fundador de la Asociación de Enemigos de los Amigos de la Ópera.

Reflexión dominical capricorne: "Els extraterrestres alemanys han convertit tothom en cabra amb la idea de dur-los a Cabrera". (Joan Miquel Oliver, Alexandra Schneider und ihr Casiotone).

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