La prensa catalana más radicalmente nacionalista -véase El Nacional, un digital dirigido por un ciudadano que ha tenido una curiosa evolución desde el moderantismo al desquiciamiento„ destaca las reacciones desaforadas que han producido los discursos de Quim Torra trayendo a colación los medios simétricos, es decir, los que gravitan en el paraje del españolismo radical. Uno de ellos ha llegado a pedir a Rajoy que vuelva a bombardear Barcelona y no han faltado los que directamente han insultado con saña al candidato. Además, junto a tuits reales de Torra que producen vergüenza e irritación, han circulado otros artículos y documentos manifiestamente falsos, inverosímiles por su extremosidad y hasta con faltas de ortografía.
Todo esto demuestra el grado de inflamación que aqueja al contencioso, que de momento no permite vislumbrar una salida racional y pacífica. Y la pregunta es obvia: ¿Qué piensa hacer los soberanistas y quienes actúan en nombre del Estado para frenar la ruptura? ¿Estamos condenados a tener que gestionar un conflicto interminable „agravado por la simetría existente entre las dos clientelas„ o en algún momento surgirá el modo de emprender una negociación que ponga término a esta locura, que puede acabar de las peores maneras imaginables? ¿Alguien esta tanteando esta razonable posibilidad?
