Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

José Francisco Conrado de Villalonga

Degradación de la marca España

La "Marca España" fue creada a iniciativa del Gobierno central en el año 2002, con el objetivo de mejorar la imagen del país, tanto en el interior como en el exterior. Una buena imagen siempre es útil para respaldar posiciones ya sean del Estado, en el ámbito político, cultural, social, tecnológico y también una buena reputación es esencial para cualquier empresa, para ello aparecieron empresas de gestión de marca, compañías que en EE UU se encargan del llamado branding -creación y cuidado de marca-, asunto al que se da gran importancia pues sin una correcta cualificación y calificación poco se puede negociar y vender. Para dirigir la oficina de la Marca se nombró un alto comisionado, Carlos Espinosa de los Monteros, con categoría de secretario de Estado, oficina, funcionarios, coche oficial y como adjunto al alto comisionado a un diplomático madrileño llamado Juan Carlos Gafo, que al poco tiempo resulto ser gafe y un mete-patas distinguido. Nada más empezar a ejercer su función lanzó un tuit a la red en el que evidenciaba su visceralidad: "Los catalanes de mierda no se merecen nada" (pido excusas, querido lector, por reproducir tan ordinario e inoportuno tuit).

La oficina de la "Marca España" es una de tantas iniciativas oficiales que al final a nada conducen salvo a incrementar el gasto. La imagen de una empresa, de un gobierno, se transmite en base a lo que realmente hay, lo que hace, bien o mal y no porque alguien vaya explicando milongas. Las excelencias imaginarias, supuestas, de una empresa o una nación no cuentan, lo que importa son los hechos, la realidad.La reputación que se consigue en base a seriedad, eficacia, resultados, en definitiva una correcta performance, un comportamiento, un funcionamiento, que genere noticias positivas en cualquier circunstancia.

¿Y qué noticias está transmitiendo España? Escándalos, mediocridad, ineficacia. Basta viajar algo fuera, ir a algún organismo internacional, para comprobar que España es sobre todo sinónimo de corrupción. España ocupa un lugar destacado en el "Índice internacional de corrupción". ¿Cómo se puede tapar lo que esta todos los días en la prensa, radio y televisión? ¿Cómo ocultar el escándalo de los ERE en Andalucía, más de mil millones sobre los que nadie sabe nada? Lo del 3% en Cataluña y la incapacidad de formar gobierno, o un Puigdemont poniendo pingando, todos los días, al Estado español? ¿Y lo de la Comunidad de Madrid? Títulos universitarios espurios, currículos falseados, cuatro presidentes enjuiciados, lo de Valencia? Que en Girona se haya acordado cambiar el nombre de la calle Isabel la Católica, personaje histórico conocido universalmente, por el nombre de los " jordis" ( Sànchez y Cuixart) hoy encarcelados; la sentencia de "La manada" cuestionada por todo el mundo, incluso por el ministro de Justicia, i això a on s'ha vist mai. Todo ello produce grave daño reputacional.

¿Qué imagen de país se puede transmitir cuando el índice de confianza en los políticos está por los suelos? En el que la actitud que tienen los ciudadanos ante su administración pública es de recelo y aprensión, en el se pita regularmente al jefe del Estado, donde no existe sentido de nación. Esto es realmente lo que subyace detrás, lo que respalda la "Marca". La proyección que España traslada al exterior. Con estos mimbres no es raro que el alto comisionado lo tenga difícil. ¿Qué explica? ¿Se puede vender excelencia en estas circunstancias? Lo tiene mal el señor Espinosa de los Monteros. Y es una lástima, porque España económicamente va bien y a pesar de la política, las empresas, los trabajadores tienen un buen comportamiento. España es la cuarta economía de la zona euro, y la decimotercera del mundo. Pero la mala praxis pública lo empaña todo.

Compartir el artículo

stats