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Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

En Balears se vive mejor

Según la presidenta Francina Armengol, estamos mejor que hace dos años. Desde luego, los datos de violencia de género en el archipiélago...

En la madrugada del lunes, dos hombres que llevaban horas bebiendo en una vivienda de la calle Benet i Fàbregas de Palma se enzarzaron en una pelea. En un momento dado, uno de ellos agredió a la novia del otro, que andaba por allí, dándole puñetazos a resultas de los cuales la joven, de 23 años, perdió un diente. Según el relato de la víctima, luego fue arrojada por la ventana de la habitación donde dormía su bebé de año y medio. Milagrosamente, pues la caída era de cuatro pisos, la mujer se libró de la muerte porque quedó enganchada por los pies de la persiana de los vecinos de abajo, que la rescataron y la metieron en su casa. Entonces el agresor bajó, entró por la fuerza e intentó ahogarla en la bañera. Por suerte, en ese momento llegó la policía.

En la madrugada del martes de la semana pasada, un hombre de unos veinte años que al parecer se había fugado de un centro de internamiento de menores, se coló en un domicilio de la calle Capità Vila. Allí permaneció unas cuantas horas. Después de inmovilizar a la mujer propietaria de la vivienda atándola con un cable, la violó dos veces y trató de drogarla, obligándola a ingerir una docena de pastillas. Luego se marchó, no sin antes pegarle fuego al piso por los cuatro costados. Milagrosamente, la víctima logró quitarse las ataduras y salir semidesnuda a la calle, donde fue socorrida de sus quemaduras y de la crisis nerviosa por la policía y los bomberos alertados por los vecinos y la intensa humareda. El joven, que contaba con una orden de busca y captura y un historial delictivo importante, ha sido detenido y se enfrenta a ocho presuntos delitos que son tentativa de homicidio o asesinato, incendio en casa habitada, robo con fuerza, detención ilegal, agresiones sexuales y quebrantamiento de condena.

Dos noticias espeluznantes a pocas horas del Debate del Estado de la Comunidad, que en su estreno de hace un par de días ofreció un titular por boca de la presidenta Francina Armengol: "Podemos decir que en Balears se vive mejor". Puede que sí, algunos mejor que otras. Tal vez esta afirmación sea correcta, si nos centramos en las páginas de Economía y olvidamos las de Sucesos. Si los truculentos acontecimientos de La Soledat y Pere Garau los consideramos casualidades o hechos aislados. Sin embargo, dicen voces autorizadas que no lo son.

El Consejo General del Poder Judicial publicó el lunes las cifras trimestrales de violencia de género, de cuyas conclusiones se desprende que Balears presenta la mayor proporción de víctimas del machismo de toda España. Los juzgados de las islas registraron entre abril y junio de este mismo año 1.390 denuncias por agresiones a mujeres, lo que nos da una ratio del 26,3 por cada cien mil mujeres. Las denuncias se han incrementado un 17,7 por ciento. Si el año pasado se adoptaron 145 órdenes de protección a mujeres en el mismo periodo de tiempo, en este ejercicio suman 210. Estamos en la cúspide de esta triste estadística porque la media nacional se encuentra en 17 por cada cien mil. Hay autonomías, como Castilla y León, Asturias, Cantabria, Galicia o el País Vasco, que tienes tasas inferiores a 11. La nuestra, repito, es de un 26,3. Me gustaría saber qué pasa aquí, entender qué hacen los vascos mejor que nosotros, qué políticas desarrollan. Cómo se lo montan los gallegos y los asturianos para que sus ciudadanas estén más seguras. No estaría de más hablar un poco de este tema, que supone un jarro de agua fría para una sociedad que, según proclaman, va mejor que bien y además sigue mejorando.

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