El anuncio de desarme de ETA no deja de ser una broma macabra de esta banda criminal que ha actuado en España durante cincuenta años, sembrando de terror y muerte toda la geografía española.
Que nadie pretenda vendernos el anuncio como paso positivo al mal llamado "proceso de paz". La mentira no puede tener cabida en el relato de la verdadera historia criminal y de muerte que ha practicado ETA desde su fundación, allá por los años sesenta del siglo pasado, hasta 2011. Que no quieran vendernos la historia de que ETA fue una consecuencia de la dictadura de Franco, o que gracias a ETA el País Vasco recobró la libertad y la autonomía.
No, y mil veces no. La historia es otra. La historia la escriben las más de ochocientas víctimas, entre ellas veintitrés niños y más de mil quinientos heridos, sesenta de los cuales eran menores de edad. No podemos olvidar por dignidad a las víctimas, ni podemos confundir, en el relato de la historia, los verdugos con las víctimas. Aquí no hubo ninguna guerra entre ETA y España. Aquí lo que hubo fue crimen y muerte de centenares de inocentes por parte de los asesinos de ETA. Aquí no hay proceso de paz, aquí lo único que hay es victoria de la democracia y del Estado de derecho y derrota de ETA.
Hoy me viene a la memoria la última niña asesinada en el año 2002, se llamaba Silvia, la primera fue Begoña en el año 1960. Silvia tenía tan solo 22 meses. Entre ambas, entre Begoña y Silvia, están los niños José María Piris Carballo, Alfredo Aguirre, y así hasta 23. Tampoco podemos olvidar, por su impacto, la muerte de los cuatro niños en el atentado de Hipercor en Barcelona, las cinco niñas asesinadas en la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza (tenían entre cuatro y trece años), y por supuesto nunca olvidaremos a los guardias civiles, policías, militares, políticos y civiles de a pie, abatidos con un tiro en la nuca, la bomba lapa y un largo etc., dando un total de más de ochocientas víctimas, como ya hemos dicho. Y eso, sin entrar en el relato de la vida de los huérfanos y viudas, en la vida de familias destrozadas por la barbarie de ETA. Relato que si lo hiciéramos, necesitaríamos hacer un monográfico al respecto, pretensión esta que no tengo.
Mi modesto objetivo es abrir la conciencia de todos los bien nacidos, para que no vean en ETA un grupo de liberación nacional. ETA ha sido, y lo que queda aún sigue siendo, una banda de gánsteres, mafiosos y criminales, cuyo objetivo era instaurar una dictadura de izquierdas y nacionalista en un hipotético País Vasco independiente, incorporando Navarra.
Vaya pues mi particular homenaje a todas las víctimas y mi petición, que digo, mi exigencia, a los poderes del Estado a que no cedan ni un milímetro a las presiones políticas del entorno de ETA, hoy en las instituciones, que pretenden pasar página de la historia pasada, haciendo tabla rasa al sufrimiento infringido al pueblo español en general y al pueblo Vasco y Navarro en particular. Aquí sí hay vencedores y vencidos. Los vencedores son las víctimas y todo el pueblo español; los vencidos son los criminales de ETA y su entorno.
