Es bien sabido que los sondeos han invadido los medios informativos en los periodos preelectorales, desempeñando un papel sobredimensionado que con frecuencia se ha prestado a la manipulación (ya sabe que las encuestas no son neutras: influyen también sobre la opinión pública). Por ello, un periódico francés de prestigio, "Le Parisien-Aujourd´hui en France", con una tirada media de 360.000 ejemplares, ha decidido no publicar encuestas antes de las elecciones presidenciales francesas que se celebrarán a dos vueltas el 23 de abril y el 7 de mayo. A cambio, el rotativo anuncia más periodismo de calle para tomar el pulso a la situación y un mayor esfuerzo informativo en aquellos asuntos que preocupan a los ciudadanos y, por lo tanto, a sus lectores.
El periodismo y el sistema mediático en general no han encontrado todavía su sitio tras las últimas convulsiones, caracterizadas por el surgimiento de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (las TICs), el desarrollo de Internet vinculado a la globalización, y la gran crisis económica y financiera, y ya es hora de que se adopten decisiones de este calado. Porque ni los medios deben caer en la trampa de las premoniciones, a veces científicas pero a menudo confundidas con la magia y lindantes con la manipulación, ni debe desequilibrarse en binomio información-opinión que la clientela busca en el sistema mediático. En el último trecho recorrido, las encuestas se han desacreditado, y no estaría mal que así lo reconociera el sistema mediático mientras los sociólogos políticos, a fuerza prodigarse menos, intentaran recuperar el prestigio perdido.