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Llorenç Riera

Falsos milagros sanitarios en internet

Desde siempre se ha advertido sobre los peligros de la automedicación y el consumo incontrolado de fármacos. Nadie es buen médico de si mismo, pero siempre también hay quien comete la grave imprudencia de entender que está en condiciones de conocer mejor que el médico sus males y los remedios aplicables a ellos. Craso error que puede llegar a tener consecuencias irreparables. Ha estado a punto de ocurrir por imprudencia y fraude de ley con origen en Santa Ponça y destino en Alicante.

Las prácticas modernas y los crecientes usos de la tecnología acentúan, si cabe, los peligros de la automedicación. En internet está todo, lo bueno, lo malo y lo regular. También el fraude sanitario destinado a quienes todavía creen que es posible hallar productos milagro olvidando que los milagros son hechos sobrenaturales y no prácticas médicas. La Policía ha detenido en Santa Ponça a una residente de nacionalidad alemana que se dedicaba a vender a través de internet el anabolizante Episdrol, también conocido como Epistane, prohibido desde hace dos años por la Agencia Española del Medicamento. Las autoridades sanitarias lo habían retirado por sus graves efectos secundarios, concentrados principalmente en problemas hepáticos. De hecho, el fraude se ha destapado a través de un consumidor, un culturista de Alicante con dolencias de hígado que le han mantenido unos días en la UCI. Su analítica desveló la toma del producto en cuestión y él mismo pudo informar que lo había adquirido a la proveedora de Santa Ponça a través de internet.

Al ser detenida, la vendedora intentó zanjar el asunto diciendo que este anabolizante está permitido en Alemania y que desconocía que estuviera prohibido en España. Es la picaresca, el fraude y la alteración sanitaria del conocimiento y la ignorancia aplicable en el país extranjero. En cambio, la detenida sí sabía perfectamente cómo funcionaban los sistemas de distribución desde Santa Ponça. La vigilancia a la que fue sometida pudo confirmar que siempre se servía de la misma agencia de transportes para realizar sus envíos y que estaba en posesión de un armario repleto del anabolizante prohibido que remitía a su clientela en botes de 45 pastillas. Se calcula que mediante este sistema pudo llegar a embolsar 180.000 euros.

Lo ocurrido es un buen testimonio del enorme peligro que supone usar páginas no autorizadas de internet como recetario médico. El Episdrol era promocionado como alternativa al consumo de esteroides anabolizantes para aumentar la masa y la fuerza muscular entre los culturistas, pero sin duda es un remedio mucho peor que la carencia deportiva que se pretendía suplir porque, aparte de los seguros problemas hepáticos, que en el caso del paciente de Alicante le llevaron a la UCI, está demostrado que también resulta susceptible de causar accidentes cardiovasculares, insuficiencia renal o embolia pulmonar. La tecnología no es siempre un avance. Mejor ir al médico en persona.

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