La ecotasa es la emancipación previo pago del medio ambiente esclavizado de Balears. El Govern supuestamente progresista ha prostituido el concepto, hasta el extremo de que la presidenta Armengol habla de "impuesto turístico". El conseller Barceló empeora la situación, al señalar que el destino "prioritario" pero no exclusivo de la recaudación será medioambiental. El titular de Turismo traiciona así la componente ecologista de su vanidosa adscripción ecosoberanista. Suerte que contamos con Podemos, para echarle las culpas de las traiciones de los otros partidos del Pacto. Que se sepa, los líderes de Més y PSOE que acusan a la formación emergente mantienen su cargos, y no han dejado de cobrar sus estipendios ni un solo día. Ni siquiera el día en que engañaron a sus votantes falsificando la ecotasa. El cocido parlamentario se remata con la insignificancia del PP, tan debilitado que no puede aprovechar ni las fracturas de la izquierda.
Hasta cuando nos engaña, el Govern oculta una mentira mayor. La ecotasa es para todos. Ha de ser un orgullo abonarla cuando los residentes practicamos el turismo interior, que debería promocionarse. Por lo mismo, es indecente que la desembolsen los turistas de hotel, y se la ahorren los millones de visitantes que se alojan en viviendas transformadas en hoteles. Los sueldos que pagan los hoteleros son los culpables de que cada mallorquín se haya convertido en empresario turístico. La derecha nos ha enseñado a ensalzar el espíritu emprendedor, pero que paguen la ecotasa.
¿Cómo se hace? En tiempos de internet, cada alquiler turístico puede ser tan controlado como las camas hoteleras. El propio Barceló contrató a un gracioso director general de Tecnologías. Si no sabe resolver ni esta cuestión elemental, que pase el siguiente. Despistados por unos hoteleros que se creían todopoderosos, hemos permitido la pujanza del lobby inmobiliario, mucho más peligroso y con un papel sobresaliente en las listas oficiales de defraudadores fiscales. Toda persona que pasa una noche de pago en Balears debe abonar el "impuesto turístico". La coartada de que esta ecotasa es mejor que ninguna ecotasa olvida que esto no es una ecotasa.
