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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

Policía local y criminal

Dado que decenas de policías locales de Palma experimentan una vocación irrefrenable por el crimen organizado, aplaudimos que se arrojen de bruces ante empresarios que les abonan hasta mil euros semanales por labores de protección mafiosa. A cambio, solo reclamamos la mínima contrapartida de que liberen al contribuyente del abono de sus salarios públicos. Pueden solicitar una excedencia por motivos de colaboración en actividades criminales, que sin duda les concederán los sucesivos políticos que han amparado su labor presuntamente delictiva. Lo cual nos lleva a las visitas protocolarias que giró Mateo Isern a los medios de comunicación para inaugurar su mandato. Presumió de que "metería mano" a un desastre policial del que era consciente. Está claro que encontró ocupaciones más relajadas.

La principal enseñanza de la excelente película Black Mass es que ninguna mafia puede florecer hoy sin la colaboración activa de instancias políticas y policiales. Así ha ocurrido en Palma, gobernada durante 21 de los últimos 25 años por un PP que como mínimo ha pecado por tolerancia. La situación no mejora cuando la vigente concejala socialista Angélica Pastor atribuye la corrupción desatada a "una minoría". La sociedad se colapsaría si un minoritario uno por ciento de ciudadanos se dedicara a atracar bancos, en dura competencia con los banqueros.

No esperen un átomo de arrepentimiento de los ediles que han invertido tanto celo en la consolidación de la corrupción de la policía local. En cambio, voy a aprovechar la oportunidad para pedir perdón a los lectores. Durante años les he martirizado con artículos lacrimógenos sobre la incompetencia absoluta de Cort en la lucha contra la mafia del ruido. En nuestra deplorable ingenuidad, atribuíamos la pasividad municipal a la pereza. Se nos escapaba que cada denuncia engordaba la tarifa que políticos y policías podían exigir a los empresarios decibélicos. Adjuntamos pues otra petición mínima, que el lenguaje desabrido de los funcionarios de Cort ante las denuncias ciudadanas se sustituya por la fórmula de Coppola en El Padrino. "No es un asunto personal, son solo negocios".

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