Hasta ahora ha regido en las elecciones generales el criterio de que debe gobernar la lista más votada. En 1996, ganó Aznar con 156 escaños, a veinte de la mayoría absoluta, y hubiera sido posible una opción alternativa, que nadie se planteó siquiera porque González aseguró con toda rotundidad que mientras él estuviera al frente del PSOE, gobernaría la lista más votada. Ésta era, a juicio de González, una convención de la democracia que debería llevarse a puerto hasta el final. Como es conocido, en aquella ocasión terminó gobernando Aznar, con apoyos puntuales de las minorías (como siempre, CiU no quiso entrar en el gobierno y sí exigió en cambio conocidas contrapartidas materiales).
Ahora ha cambiado el bipartidismo imperfecto, y sería bueno llegar a una convención antes de que llegue el día señalado- ¿Se está de acuerdo en que el gobierno debe recaer en quien encabece la lista más votada en las elecciones generales -sólo en las generales, porque en las demás instituciones la idea carece de sentido-, o se estará a lo que se resuelva mediante las distintas coaliciones que puedan proporcionar estabilidad?
Conviene decidirlo porque, como ya se ha dicho, si las elecciones municipales hubieran sido en realidad generales, el PP hubiera logrado 136 votos, una representación demasiado baja para gobernar. Y dado que no hay precedentes, quizá fuera conveniente que cada uno fijara en esto y a tiempo su posición.
