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Antonio Tarabini

El barómetro del CIS confirma tendencias

Un barómetro es un instrumento que mide la presión atmosférica. Un barómetro, un sondeo, electoral es un instrumento que mide la presión (alta, media o baja) de cada partido en referencia a sus próximos retos electorales. Pero como es lógico tiene sus limitaciones y posibles errores. Sus propios márgenes de error, el cuestionario, el número de encuestas y su distribución, su cocina y, en el caso de Balears, la asignación de escaños por islas (Mallorca 33, Menorca 13, Eivissa 12, y Formentera 1). Pero en cualquier caso un sondeo, incluido el barómetro del CIS, señala y confirma unas tendencias, que se interpretan al gusto del consumidor. Como no puede ser de otra manera los virtuales vencedores creen a pies juntillas los resultados, mientras los hipotéticos perdedores nos recuerdan que la única encuesta válida y cierta es el resultado final de las urnas.

Según tal sondeo, tendríamos un Parlament más plural, no necesariamente peor que el anterior (que no brilló precisamente con luz propia) formado por cinco fuerzas políticas relevantes (PP, PSIB-PSOE, Podemos, Ciudadanos y Més) además del diputado del GxF-PSOE de Formentera. Pero, además, parece muy probable una circunstancia novedosa y relevante: los populares pierden su apabullante, en números y actitudes, mayoría absoluta. Lo cierto es que el PP se pega un gran batacazo, al asignarle un total de 19-20 escaños, perdiendo 16 diputados en el Parlament y situándolo a años luz de revalidar su mayoría absoluta. Evidentemente, tales resultados no son definitivos, quedan por delante los quince días de campaña electoral. Y su líder, José Ramón Bauzá, "confía" en el voto oculto y en recuperar parte de sus exvotantes anclados en el voto indeciso. Sin duda todo es posible, pero los milagros son excepción. Y tal milagro, renovar mayoría absoluta o ser el partido más votado con un mínimo de 26 escaños, es difícil dado el rechazo a la figura de Bauzá (3,72 sobre diez), incluidos votantes del PP y el 43,6% que considera que su gestión ha sido mala o muy mala (frente a sólo un 14,6% que la califica como buena o muy buena). En caso de no alcanzar los 26 escaños, el comentario corresponde a próceres del PP, resultará casi imposible gobernar ni tan siquiera en minoría. Está en juego la cabeza de Bauzá. No quiero pasar por alto la posibilidad, que no le ofrece el CIS, al PI de conseguir plaza parlamentaria. Si así fuera, y su voto fuera necesario, no parece que se lo ofreciera al PP de Bauzá.

Su socio "natural", Ciudadanos, según el CIS obtendría nueve escaños. A pesar de que esta nueva formación tiene un voto emergente significativo, queda por constatar su consolidación dado el carácter volátil del voto. Por otra parte, queda por ver cuál sería la actitud de Ciudadanos. Es posible que su líder en Balears, Pericay, conocidos sus planteamientos, pudiera optar por un gobierno de coalición con los populares, si éstos obtuvieran unos resultados que lo hicieran posible y/o conveniente, pero su líder nacional, Albert Rivera, ha dejado muy claro que las posibles coaliciones se deciden desde la dirección nacional. Y no olvidemos que, especialmente para los partidos emergentes (Podemos y Ciudadanos), estas elecciones autonómicas y locales son unas primarias de la gran batalla de las generales. La consecuencia es no mojarse excesivamente, véase Andalucía, por lo que cabría la posibilidad de que se abstuviera y posibilitar un gobierno del PP en minoría.

Pero incluso tal "solución" sería políticamente inaceptable si los populares no obtuvieran un mínimo de 26 escaños. En cualquier caso, es muy probable que un hipotético gobierno en minoría, posibilitado por la abstención de Ciudadanos, tuviera un cierto carácter de provisionalidad a la espera de los resultados de las elecciones generales.

En la otra parte del estadio se sitúan los partidos del arco de la izquierda, cada uno con sus especificidades. EU, coaligada en distintas coaliciones, parece difícil que obtenga escaño. Según el CIS, obtendrían escaños en el futuro Parlament el PSIB-PSOE, Podemos y Més. Los socialistas se ubicarían como segunda fuerza por delante de Podemos con 14-15 escaños. Pierden 3/4 diputados, pero frenan su caída y parecen "estabilizar" su intención de voto. Resta por ver si rescata parte de sus exvotantes instalados en el voto indeciso. A Podemos se le asignan diez escaños. A pesar de que su presencia, sin duda, será significativa en el Parlament, está por constatar si se confirma un cierto retroceso de tal formación, entre otras razones por la volatilidad del voto. Més, según el CIS, se estancaría en sus actuales diputados, pero cabe la posibilidad (de acuerdo con otros sondeos) de que pueda alcanzar hasta 6 o 7. En cualquier caso, queda abierta, al menos numéricamente (treinta escaños), obtener la mayoría parlamentaria y formar un gobierno de coalición.

Eso sí, tal mayoría no tendría porque suponer inevitablemente inestabilidad. Su diseño y formación no deberían basarse en los mismos ítems de los anteriores Pactes de Progrés sino sobre unas bases programáticas concretas, claras y que se hicieran públicas en todos sus términos.

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