Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reflexiones electorales

La comunidad de Andalucía ostenta la mayor tasa de paro y los casos más graves de corrupción política de España. Aun así el pueblo sigue confiando en su partido de referencia. Pero han perdido 119.000 votos respecto de las elecciones de 2012. Son 33 años en el poder y el votante se fideliza enormemente. Ya me he manifestado en contra de periodos tan largos de gobierno a cargo de partidos monocolor. Sólo genera corrupción, favores, y pastoreo de subvenciones que coartan cualquier iniciativa privada. Es negativo para la sociedad. E insano. Produce tontos en cadena.

Susana Díaz se encontró con un problemón. El PP tenía 50 diputados y dos ex presidentes socialistas imputados que conocían el funcionamiento interno de la administración y la ingeniería financiera de las tramas corruptas. Los informes de la Intervención se obviaron y se optó por traspasar los fondos a una entidad sin controles previos de gasto. Lo mismo que Jaume Matas hizo en Balears, creando 100 empresas públicas en 4 años, en las que se corrompió la naturaleza pública de la gestión en favor de una serie de sinvergüenzas, muchos de los cuales están en la cárcel o en tránsito a ella. La condición humana. Ahora Susana Díaz debe reivindicarles el escaño en Senado y Congreso y quitarles el cálido manto de un Tribunal cualificado que les otorga el privilegio de saberse juzgados, en parte, por magistrados designados por el propio PSOE. Hablo de Griñán y Chaves.

Me confieso admirador de esta mujer. Dice lo que quiere -como quien suscribe- se aparta de las tesis oficialistas y del lenguaje estúpido y encorsetado de los aparatos, y resulta tremendamente cercana. Y es lista. Ignoro qué tal gestiona. Si además lo hace bien, le aguarda un futuro prometedor. Creo que su estrategia pasa, en primer lugar, por darle descanso al bebé de sus entrañas. Debe estar estresadísimo por la música alta, viajes intempestivos, malas comidas, mítines en 8 provincias, la tensión de los pueblos y la incertidumbre de los resultados que su madre le ha traspasado durante estos meses. Ahora necesita calma y paz. Toda la que le pueda dar.

Debe hacerse fuerte en su fortín andaluz y adquirir la experiencia que da gobernar en minoría con pactos puntuales. Deberá acordar con Ciudadanos las reformas estructurales que Andalucía necesita. En especial en materia de impulso económico, transparencia y corrupción. Y con Podemos aquellas de contenido social: desahucios, servicios sociales, dependencia y tantas otras. Desarrollará la faceta negociadora y de acuerdos que en España resulta inaudita. Ni Aznar, ni Rajoy ni Zapatero supieron qué era. Díaz tendrá la opción de hacerlo antes de dar el salto a la política nacional. Es joven y le queda mucha carrera para llegar a donde quiere llegar.

El PP se ha estrellado literalmente en Andalucía. Ha perdido 507.000 votos. Sólo es el principio de una hemorragia que se consolidará en el mes de mayo en el resto de los territorios municipales y autonómicos. Rajoy es un pésimo presidente, un peor candidato y un hombre demasiado frío para gobernar un país tan cálido como este. Su absoluta supeditación a Ángela Merkel y sus obtusas políticas económicas en contra del talento y la innovación le ha generado una corriente muy adversa que muchos no perdonamos.

Los elevados impuestos del inefable Montoro y los recortes en las políticas más sensibles para el ciudadano van a dejar un reguero de cadáveres populares.

Ciudadanos está emergiendo con una fuerza fabulosa. No volveré a elogiarle en esta columna, porque luego mis amigos me acusan de converso. Pero es lo que sentimos quienes nos encontramos en un verdadero centro político. Nos debatimos entre las maldades del liberalismo económico y las bondades del Estado del Bienestar . Porque este último pondera la injusticia de la ley del más fuerte, da alternativas a los que no han tenido nuestras oportunidades y humaniza el sistema. El quid de la cuestión es que sea sostenible.

Podemos ha perdido parte de su atractivo por la sobre exposición mediática de sus líderes y un mensaje que ya resulta demasiado manido. Aun así, sus resultados en Andalucía son muy buenos. En territorios más urbanos como Madrid, Zaragoza, Valencia y resto de grandes capitales, obtendrá más representación. Pienso que adelantará a Ciudadanos y puede ser segunda o tercera fuerza en bastantes comunidades autónomas.

Quedan dos meses para saber de qué colores se teñirá la piel de toro y sus territorios insulares. Es un nuevo tiempo, con cambios profundos que obligarán a desarrollar la hasta ahora aparcada esencia de la política: llegar a los acuerdos necesarios para minimizar los conflictos y resolver los muchos problemas ciudadanos que la administración está en disposición de resolver. Pero no todos. Esto no es Rusia. Ni queremos que lo sea. Nosotros también podemos hacer mucho sin el respaldo del papá Estado. Que se note.

Compartir el artículo

stats