El invierno se cansa pronto de si mismo, y aunque seguirá yendo y viniendo hasta bien entrada la primavera, deja escapar anuncios de ésta a fines de enero. Los trigales exhiben ya un verde tierno en el más suntuoso valle de Castilla (Mota del Marqués), que contrasta con el ocre claro de los altozanos que lo jalonan como chinchetas para sujetarlo, y con el verde fuerte de los pinares de algunas laderas; en el aire muestran gran actividad los milanos reales, permanentes e invernantes, en un juego aún confuso y sin autoridad sobre el territorio; algo más al Sur, en los aledaños del Sistema Central, un grupo de potrillos corretea por la nieve, mostrando en sus escarceos los primeros cortejos de la adolescencia. Con el crecimiento de la luz la vida crece, y en seguida empezarán a maullar los gatos en febrero. Éxito de la obra: cientos de millones de representaciones sin cambiar el libreto.
