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Las propinas y el conejo

¡Qué ocasión de callarse perdió el sábado el vicepresidente económico! Así que, la culpa de la inflación es que la gente no sabe lo que vale un euro, ¿eh?, que no hemos ´interiorizado´ que 20 céntimos de euro son 32 pesetas y un euro 160; "yo (no yo, él, Solbes) he visto en los bares dejar un euro de propina por dos cafés, que es el 80 por ciento del valor del producto". Por empezar por el principio: ¿pero, a qué bares va este señor? Y después: claro que sabemos que 20 céntimos son 32 pesetas, Don Pedro, gracias a usted, a su gestión, no hay otra forma de estirar un sueldo medio que valorar cada céntimo, y ni le cuento una pensión.

Los economistas aseguran que lo peor está por venir, que la economía seguirá empeorando, pero ´a plazos´. El efecto de la inflación sobre el empleo -pronostican- no lo veremos hasta finales del año que viene. Y para que se note en el motor de la construcción, el plazo es aun más largo: dos años, explican, es lo que tardarán los pisos que hoy se están construyendo en estar listos para la entrega de llaves, y cuando se convertirá en paro masivo la desaceleración que ya acusan las ventas del sector. Hasta que nos vemos de verdad en la calle no nos preocupamos de verdad, y de aquí a las elecciones de marzo la crisis no mostrará su peor cara, esta es la suerte del actual gobierno. El ´toro´ lo tendrá que lidiar el siguiente. Pero, el primer plazo ya está al cobro, y negarlo es mentir. En el caso del vicepresidente Solbes, con el agravante de que miente pleno conocimiento de causa

Con un sueldo como el de don Pedro Solbes claro que se pueden dejar propinas de un euro por dos cafés: con cargo al presupuesto, sí. Pero, ¿la gente? ¿De qué país habla, en qué país viven él y quienes le aplaudían, los asistentes a la Conferencia Económica del PSOE? En el que vivo yo, los hipermercados parecen circuitos de carritos que dan vueltas buscando la oferta del día y pasando de largo con cara de ´no llego´ ante productos que hasta hace unos meses ni sabías lo que costaban, extendías la mano, y a por otro. No hablo de caviar y champán si no de leche, huevos, fruta, aceite, ¡pan!

Y, en los bares, el camarero casi baila cuando alguien deja 10 o 20 céntimos por dos cafés. ¿Que al gobierno se le ha desbocado la inflación? No diga usted tonterías, hombre, según Solbes y sus comilitones (porque supongo que quien aplaude, otorga), esto no es más que ´una elevación coyuntural´, y la culpa, nuestra, ¿vale? Que, como no sabemos lo que vale un euro, se nos va en propinas lo que deberíamos dejar para el carrito y la hipoteca. La solución ya la saben: comer conejo.

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