MasterChef volvió una semana más y... ¡de que forma!. Los aspirantes cada vez se encuentran más nerviosos y competitivos entre ellos, ya nadie es amigo de nadie y los cuchillos están más afilados que nunca. La primera prueba recibió la visita de los hermanos Torres. Los aspirantes debían cocinar un flan, unas croquetas y pasta pero con productos actos para las personas con intolerancias a la lactosa, al huevo o al glutén.

Los peores fueron Gonzalo y Cristobal. El profesor de yoga y el granadino recibieron el delantal negro, pasando directamente a la prueba de eliminación, pero antes debían trabajar unas horas en un bar de la Gran Vía haciendo bocadillos de jamón, poniendo las mesas y limpiados los baños. Aunque Gonzalo se quejó un poco al principio, el dúo supo sacar el lado bueno de la situación.

Vuelan los cuchillos

Gonzalo y Cristobal partiendo jamón... y otros concursantes pensaron en partir otras cosas. Marisa es una de las aspirantes menos populares entre sus compañeros, la falta de humildad de la que le acusan y la soberbia no le ha ayudado a hacerse muchas amistades dentro del concurso. Ella y Emil salieron elegidos capitanes en la prueba con los hermanos Torres. Equipo rojo y equipo azul tuvieron que batirse cocinando para todo el elenco de actores y bailarines del musical El Rey León.

Gritos, gritos y más gritos. La tensión en la cocina del teatro de la Gran Vía fue máxima. El equipo rojo capitaneado por Marisa no la soportó y esto llevó a que la tensión entre Lorena y Marisa por una salsa de queso fuese máxima.

Pero en la cocina del equipo azul pasó más de lo mismo, en este caso no hubo tensión entre el capitán, Emil, y su equipo sino entre él y Jordi. El Chef aconsejó a Emil que pasase un poco más los solomillos, Emil hizo oídos sordos y siguió adelante con su decisión. Finalmente, Jordi Cruz se mostró muy molesto con el capitán ya que los solomillos tuvieron que volver a la cocina para hacerse un poco más.

La prueba de eliminación

Pepe, Samantha y Jordi se mostraron muy molestos con la actitud de ambos capitanes, por lo que Emil y Marisa pasaron a la prueba de eliminación. El resto del equipo azul también tuvo que enfrentarse a esta prueba excepto Lorena. La Dj se salvó y se lo tomó como una gran reprimenda para su capitana Marisa. El equipo rojo se salvó al completo aunque sí tuvo que ver a su capitán, Emil, ante esta difícil prueba.

Marisa, Emil, Jorge, Cristobal, Gonzalo, Celia y Miguel Ángel tuvieron que enfrentarse a esta prueba de eliminación. Nacho Manzano, propietario y Chef del Restaurante Casa Marcial, actualmente con 2 Estrellas Michelin, fue el encargado de presentarles el plato que tenían que cocinar: un cachopo asturiano.

Algunos concursantes se extrañaron como Gonzalo que preguntó cuál era el nombre exacto de este plato: "¿Cachopo, pachopo o qué?". Filetes de ternera rellenos de jamón (preferiblemente serrano) y queso, todo empanado y a la sartén. Finalmente, Celia, la concursante vegana, hizo el mejor cachopo y consiguió volver con sus compañeros, junto a Emil y Marisa.

Celia deja el veganismo y se pasa a los buenos filetes

Jorge, Cristobal, Gonzalo y Miguel Ángel fueron los peores. Las chaperoninas científicas de Jorge no le gustaron mucho a Pepe, que no dudo en quejarse.

Jorge y Cristobal se salvaron, solo quedaban dos: Gonzalo y Miguel Ángel. La expulsión fue para Miguel Ángel, el oficial funerario tuvo que colgar su delantal y marcharse de MasterChef. Eso sí antes recibió todo el cariño de sus compañeros.