A pesar de su envidiable juventud son ya veteranos de la pequeña pantalla y ahora buscan dar el gran salto. La madrileña Natalia Rodríguez ya ha hecho sus primeros pinitos de la mano de los hermanos Ulloa y Daniel Carparsoro, entre otros directores. Guiem Juaneda, el mallorquín habitual de Llàgrima de Sang, prueba suerte también en el primer largometraje de Toni Bestard. Comparten muchas secuencias en El perfecto desconocido, una película "que va a gustar mucho porque la historia está muy bien contada", responden.

-¿Cómo está yendo el rodaje? ¿Muchos nervios?

-Natalia Rodríguez (N.R.): Pues muy bien. Llevamos dos semanas y parecen ya tres años de lo compenetrados que estamos.

Guiem Juaneda (G. J.): Nos sentimos muy cómodos, la verdad. El equipo es estupendo. Hay muy buen rollo.

-¿Qué tal es trabajar con Toni Bestard?

-N. R.: Maravilloso. La verdad es que nos trata como a sus hijos. Nos da muchas instrucciones para que tengamos muy claro qué es lo que quiere de cada uno de nosotros.

-¿Cómo son vuestros personajes?

-G. J.: Interpreto a Biel, un chaval muy tímido, inocente, pero a la vez muy noble. Parece que no tiene nada que ver con el papel al que da vida Natalia pero tienen muchas cosas en común.

N. R.:Yo soy mucho más destroyer. Una especie de Lisbeth Salander, huérfana de madre y al cuidado de un padre alcohólico y maltratador. Celia es como es por culpa de su entorno. Y busca venganza.

-¿Es muy diferente interpretar en cine que en televisión?

-G. J.: El ritmo de trabajo es lo que más cambia. En una serie todo ocurre mucho más deprisa, hay más estrés.

N. R.: En televisión los personajes no están tan marcados ni desarrollados. El cine me gusta porque te permite profundizar en la personalidad del personaje que vas a interpretar.

-¿Cómo ven la televisión de hoy?

-N.R.: La miro poco, la verdad. Pero supongo que como el cine español, hay cosas buenas y cosas a mejorar. No hay que dramatizar.

-¿´Sálvame´ tiene remedio?

-N.R.: Precisamente, ese tipo de programas son los que hacen que quiera quitarme la vida. Pero las series españolas, por ejemplo, son muy buenas.

-¿De verdad los jóvenes son como se ve en televisión?

-G. J.: No. Hay series que dan una imagen de la juventud distorsionada.

N. R.: La pequeña pantalla no refleja bien cómo somos, la verdad.