Menos es más… siempre, incluso hablando de metros cuadrados. Con una decoración bien pensada, buenas ideas y simplificando al máximo mobiliario, accesorios y objetos personales podemos conseguir que una casa de pocos metros se vea espaciosa y con unos interiores prácticos y cómodos.

Eliminando tabiques, ganamos en amplitud visual, al acabar con la excesiva compartimentación, la luz se distribuye por todos los ambientes, y al mismo tiempo cada uno mantiene su independencia. La clave es una buena distribución que posibilite una circulación fluida, para evitar la sensación de agobio. Separa ambientes con muebles, utiliza el cristal para dejar que la luz llegue a todos los rincones, las puertas correderas también son una buena opción ya que permiten abrir o cerrar espacios según convenga. Unificar el pavimento y utilizar colores claros en paredes y textiles nos ayudara a conseguir esa sensación de amplitud y ligereza visual.

En cuanto a los muebles, mesas extensibles en el comedor, nido en el salón, cabezales de obra en el dormitorio. Optimizar las funciones de cada uno de ellos, aprovechar los huecos y las paredes para almacenar, armarios y muebles a medida para no perder ni un cm, baldas en las paredes para despejar el suelo y las zonas de paso…

Conseguir vivir cómodo en pocos metros es posible, no hace falta renunciar a tener todo lo necesario en nuestra casa, un sofá confortable, flores frescas, textiles variados (en la cama, cortinas, alfombras…), lámparas y otros pequeños objetos, que nos ayudan a crear esa atmosfera personal en la decoración.

No hay vivienda demasiado pequeña, ni espacios limitantes. El confort no depende de metros cuadrados si no del uso que les damos, si se ajustan a tus necesidades y estilo de vida, se transformarán en la vivienda perfecta.