Lugar: Planta 0

¿Qué supone pasar de carretillera a trochera? Es probable que muchos de nosotros desconozcamos el significado de la segunda acepción. Pero no es retórica, es una resignación. Es una pregunta que golpea con fuerza cuando nos acercamos a la exposición «La piedra» y, también, cuando vivimos en un contexto tan ardiente como muchos de los espacios fronterizos actuales.

Teresa Margolles (Culiacán, Sinaloa, 1963) estuvo un largo periodo en Cúcuta, ciudad limítrofe entre Venezuela y Colombia. Un lugar que ha devenido símbolo de un mal contemporáneo, un territorio que asfixia, y en el que seguir hablando de derechos humanos es apelar a la ficción. Margolles da visibilidad a muchas de las cuestiones que atraviesan la actualidad política internacional: lucha de clases, migración, género y, en resumen, supervivencia.

La artista delimita un nuevo territorio a partir de una reflexión punzante, un espacio triangular en el que cada uno de los vértices responde a una deuda contemporánea: frontera, trabajo, mujer. Un tridente que amplifica la vulnerabilidad de una situación que afecta a toda persona que habita el lugar, donde no todos viven en igualdad de condiciones. La exposición subraya la importancia de resignificar nombres teniendo en cuenta la realidad sociopolítica y la desigualdad existente en torno al género.

«La piedra» recupera algunos de los ejes que siempre han nutrido el trabajo de la creadora. Denuncia sin complejos las crisis migratorias actuales, abre el debate en torno al trabajo y, sobre todo, apunta a la vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres ante cualquier situación. Asimismo, la muestra presenta algunas obras inéditas e invita, por este orden, a: escuchar, aceptar el reto de la mirada y pensar distancias.