Tras seis años de funcionamiento, el trasvase de sa Costera tiene una parte de sus instalaciones que, a efectos prácticos, están sin estrenar al carecer todavía de los permisos administrativos para su entrada en servicio.

El proyecto que se ejecutó preveía captar agua del torrent Major de Sóller con el fin de aprovechar el importante caudal de agua que se vierte al mar durante los meses de invierno. La propuesta que finalmente se ejecutó fue fruto de años de negociaciones, 13.000 alegaciones y el consenso con un movimiento social nacido ad hoc en Sóller (la Plataforma de l´Aigua). A mediados de los años noventa, el ministerio de Obras Públicas proyectó captar el agua de la font de s´Olla, uno de los principales acuíferos que abastecen el valle, una propuesta que movilizó a la ciudadanía en su contra. Tras años de discusiones se pactó captar el agua "sobrante" de Sóller que se vertía al torrente. Y así se hizo. Pero seis años después de materializarse el proyecto esta captación todavía no está en funcionamiento.

Las autoridades sanitarias todavía no han expedido el permiso para que se pueda activar la captación puesto que el agua requiere un proceso de depuración y desinfección previo. El ingeniero de Abaqua, Gabriel Serra, explicó que "se está estudiando cómo desinfectar el agua del torrente para aprovecharla", con el fin de eliminar cualquier residuo bacteriológico que pudiera comportar un problema de salud pública. Mientras tanto, la denominada estación de tratamiento de agua potable (ETAP) está a la espera de recibir el agua que todavía se vierte al mar. La ETAP dispone de cuatro filtros de arena, con capacidad para albergar otros dos más, que tienen como misión purificar el agua y eliminar los residuos sólidos que lleva en suspensión. Pero no tienen capacidad para eliminar posibles restos de contaminación y por ese motivo permanecen inactivos hasta que el equipo sea dotado del sistema de desinfección.