En la última edición de la encuesta sobre alcohol, drogas y otras adicciones en Baleares, presentado este jueves, se ha analizado por primera vez la prevalencia de bebidas energéticas. Alarma la penetración de los coloridos Red Bull, Burn o Monster, entre otras marcas a las que se alude en Estudes. Su consumo es habitual entre la mitad de los estudiantes de Secundaria, más entre los chicos. y según aumenta la edad crece la ingesta. Pueden causar dependencia física y tolerancia a la cafeína, se necesitarán más cantidad para conseguir el mismo efecto. El 23 % las mezcla con alcohol.
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A los 14 años las toman el 45%, a los 15, el 46 %, a los 16 años sube al 54 %, a los 17 años supera el 55 % y por fin a los 18 años baja relativamente al 52%.
La directora general de Salud Mental, Alicia González, advierte del peligroso cóctel de su composición: contienen en gran cantidad cafeína, azúcar y sustancias como taurina, glucoronolactona, ginseng, guaraná, carnitina, inositol, vitaminas... Todos ellos excitantes.
El consumo habitual de bebidas energéticas acarrean diversidad de efectos adversos, típicas de una gran ingesta de cafés: nerviosismo, irritabilidad, insomnio, náuseas, dolor de cabeza, temblores, aumento de ansiedad, trastornos de conducta, alteraciones de la percepción, diuresis (producción de mucha orina), arritmia, taquicardia, aumento de la frecuencia respiratoria y del ritmo gastrointestinal. Hacen que los adolescentes estén «muy excitados», cuando ya de por sí lo están por la etapa de su vida.