El presidente de las cofradías de pescadores de Baleares, Domingo Bonnín, advierte de que «la mitad del sector está en contra»

El presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Domingo Bonnín, no las tiene todas consigo con el cambio de normativa para la pesca de la langosta, modificación con la que asegura que no comulga el 50% del sector.

Lamenta fundamentalmente dos cuestiones. La primera de ellas que se escamotee un día de faena a las embarcaciones que calan sus redes en aguas exteriores durante los fines de semana, periodo en el que con la nueva regla solo podrán faenar uno de los dos días. «En Menorca están muy enfadados», advierte.

La otra cuestión es el cambio del material de las redes. Si hasta ahora se permitía el uso del tradicional nailon, de más durabilidad, ahora se va a imponer que las redes de mono o multifilamento. 

Baleares optimiza la pesca de la langosta calando la mitad de tiempo las redes

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«Mientras las primeras te podrían durar hasta 20 años, las segundas las tienes que cambiar tras la tercera temporada. Y, además, ¿no dicen que hay muchos plásticos en el mar? Pues estas son de plástico. No se entiende y además es un gasto innecesario», lamenta.

Antoni Garau, secretario de esta misma Federación de Cofradías, matiza que el uso de estas nuevas artes solo será obligatorio a partir del 1 de enero del año 2029, pero coincide con Bonnín en que su uso provocará que haya más fibras plásticas en el mar y que encarecerá la pesquería porque es un material cien por cien de importación y, por tanto, de precio más elevado.

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