Mallorca pierde del orden de 27 millones de toneladas anuales de agua por las cañerías y redes de abastecimiento municipal. Esta escalofriante cantidad podría abastecer a medio millón de personas. Sin embargo, los ayuntamientos no se han puesto manos a la obra y prueba de ello es que 36 municipios de la isla, entre ellos Palma, no han presentado un Plan de Gestión Sostenible del Agua para atajar las pérdidas como manda el Plan Hidrológico de Balears. Tenían hasta finales de 2021 para hacerlo.
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A mediados del pasado mes de enero, la conselleria de Medio Ambiente reunió a alcaldes y ediles en la sede de la Federació d’Entitats Locals de Balears (FELIB) para darles un serio ultimátum. Les advirtieron que tenían que ponerse las pilas y tomar medidas para hacer frente al desperdicio del agua por las viejas cañerías de sus municipios.
Mallorca pierde al año 28 millones de toneladas de agua por la cañería
Las localidades que no han cumplido con la presentación del Plan de Gestión Sostenible del Agua, según la conselleria de Medio Ambiente, son: Alaró, Alcúdia, Algaida, Andratx, Ariany, Binissalem, Búger, Bunyola, Campanet, Consell, Costitx, Escorca, Estellencs, Fornalutx, Lloret , Lloseta, Llubí, Llucmajor, Mancor, Maria de la Salut, Montuïri, Palma, Petra, Pollença, Porreres, Puigpunyent, Sant Joan, Santa Eugènia, Santa Maria, Selva, Sencelles, Sineu, Sóller, Son Servera, Valldemossa y Vilafranca de Bonany.
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Todas estas localidades llevan más de un año de retraso. Curiosamente todos los municipios de Eivissa y Formentera han cumplido. En Menorca solo dos localidades tampoco lo han presentado, Ciutadella y Es Migjorn.
El citado plan, además de impulsar un proyecto para la reparación de fugas, también debía señalar la planificación y las fuentes del suministro para conseguir una gestión más sostenible de un recurso escaso como es el agua. Ello significa señalar en qué porcentaje del consumo del municipio se extraía de cada uno de sus acuíferos.
20 millones del Govern
El Govern, a través de Medio Ambiente, ha habilitado ayudas a los municipios para que pongan en marcha obras encaminadas a hacer frente a las fugas y mejorar el suministro hídrico de sus habitantes. 20 millones de euros, según Miquel Mir, se han enviado a los ayuntamientos para este cometido.