Francisco María de Lacy Sureda, padre del prestigioso cirujano Antonio de Lacy, ha fallecido a los 97 años en Pollença. El químico mallorquín, conocido con el malnom de Xiscos, murió el viernes. Era viudo desde hace siete años de María de los Desamparados Fortuny Bauzá de Mirabó, quien falleció el 6 de abril de 2015. Será celebrada una misa por ambos que se comunicará con antelación. La ceremonia por la muerte de Francisco de Lacy se realizará en la intimidad de la familia.

El matrimonio tenía dos hijos, el médico Antonio de Lacy y el abogado Rafael de Lacy, que fue conseller de Ordenación del Territorio del Consell de Mallorca y perdió la vida en 2011, con 56 años, en un accidente de coche en la carretera de Cap Blanc. Uno de los legados más importantes que Francisco y Amparo dejaron a sus vástagos fue darles una buena educación y formación, tal como demostraron en sus respectivas trayectorias profesionales y con los múltiples logros alcanzados, que los progenitores pudieron disfrutar con ellos.

El abuelo paterno de Antonio y Rafael, que también se llamaba Rafael, fue uno de los fundadores de la centenaria fábrica de coches de carreras mallorquina llamada Loryc, que continúa existiendo, pero ahora construye singulares vehículos eléctricos. Hace dos años, el recién fallecido, hijo del empresario automovilístico, tuvo un regalo muy especial: uno de los coches originarios construidos en la isla, de color rojo y totalmente restaurado. El prestigioso médico Antonio de Lacy lo cuidará como un gran tesoro en recuerdo de su padre. Tanto él como los nietos, hermanos, sobrinos, primos y demás familia y amigos ruegan una oración por Francisco de Lacy.