“Las especies exóticas invasoras son la primera causa de desaparición de especies en nuestro ecosistema insular” ha explicado la directora del proyecto, Mar Leza. El proyecto STOP Invasoras, puesto en marcha por la UIB y el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, CSIC-UIB), busca controlar la llegada de distintos insectos que suponen un “peligro para la salud, la economía y la biodiversidad”. Concretamente va dirigido al estudio de 21 especies, de las que 16 están incluidas en catálogos de plagas prioritarias tanto del Estado como de la Unión Europea por la “amenaza” que suponen.

Todas ellas son igual de perjudiciales sin embargo, cada una tiene su “daño potencial”: “Hay un escarabajo que afecta a los campos de golf, al césped o las moscas de la fruta que lo haría a nivel de agricultura o comercial” ha afirmado Leza. Por ahora en Baleares, incluso alrededor de España, solo hay presencia de cinco de estos invasores, pero “están empezando a llegar a zonas cercanas como pueden ser Italia o Francia”.

Cinco de las 21 especies invasoras A.Costa/UIB

La detección temprana es fundamental para poder erradicar la invasión de estos insectos, además de ser “la herramienta más útil, eficaz y rentable económicamente”. Es por ello que el equipo de investigación se ha centrado en la colocación de 21 trampas en aquellas zonas de entrada como son los puertos, aeropuertos o puntos de distribución vegetal. En cada una de las estaciones de muestreo, establecidas en distintos puntos de las islas, los dispositivos de captura serán específicos para cada una de las especies invasoras que se pretenden estudiar. Cada quince días se recogerán las muestras para poder establecer una base de datos con los resultados, y de esta forma monitorizar a los insectos.

Asimismo, el proyecto STOP Invasoras ha desarrollado una aplicación móvil para que los ciudadanos puedan contribuir en el mismo. Después del éxito que obtuvo la Vespapp para el control de la avispa asiática, la nueva app gratuita permitirá que los usuarios notifiquen posibles detecciones con fotografías georreferenciadas o con comentarios.

Esta investigación cuenta con la colaboración de la Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, entre otras instituciones como los ayuntamientos. Además de empresas como Mercapalma, Cultivar, Agroilla, Palmafuit y SAO para la distribución de las trampas.