Los sindicatos dan la voz de alarma respecto al aumento de accidentes laborales que se está registrando en la construcción balear, coincidiendo con un momento de elevada actividad, de entrada de nuevas empresas con muy baja experiencia para aprovechar el tirón que se está registrando en el sector y con la escasez de personal cualificado. Esta situación preocupa también a la patronal, y prueba de ello es el aumento de los controles que se realizan desde la Fundación Laboral de la Construcción de la que forman parte ambas partes, hasta el punto de que este año la cifra de obras que se pueden llegar a visitar previsiblemente se acercará a las 900 frente a las 710 del pasado ejercicio, aprovechando además una mayor disponibilidad presupuestaria. Pero desde UGT se pone de relieve que la mejor forma de hacer frente a este problema sería creando en Inspección de Trabajo un grupo de funcionarios especializados en este área, al considerar que son las sanciones las que pueden hacer revertir la situación.
Hay dos datos que se destacan desde el sector. Según apunta la gerente de la asociación balear de constructores, Sandra Verger, el pasado año se cerró con un incremento de la tasa de siniestralidad del 9% en esta actividad, rompiendo la tendencia de fuertes bajadas de 2019 y 2020. Pero además el portavoz de UGT en este sector, Roberto Serrano, destaca que alrededor de un 30% de las obras que son visitadas por parte de la citada fundación laboral presentan deficiencias apreciables en materia de seguridad. Este porcentaje se dispara en Menorca y en Eivissa, hasta alcanzar un 60%, según lamenta, algo que achaca a que en ambas islas hay una vigilancia menor.
Tanto Serrano como Verger coinciden en subrayar que el sector ha registrado una apreciable mejoría en la aplicación de medidas de seguridad durante los últimos años, y que la situación actual es mejor que la previa a la pandemia, pero no se oculta el aumento de los accidentes de 2021 preocupa considerablemente, y más cuando es una tendencia que se está manteniendo durante este año, según UGT.
Roberto Serrano señala entre las causas de esta subida el que los elevados niveles de actividad existentes en estos momentos, tanto por lo que la edificación privada se refiere como en la obra pública, están haciendo que se incorporen al sector nuevas empresas con escasa experiencia en materia de seguridad. Este hecho es apuntado también por la gerente de la patronal balear.
Sandra Verger señala otro factor a tener en cuenta: lacreciente estacionalidad, provocada por las normativas antirruidos, no ayudan en este tema, al obligar a acelerar la ejecución de muchos trabajos para que estén terminados antes del verano. Como ejemplo, se pone de relieve que la dureza del consistorio de Calvià en esta materia está haciendo ya que se detengan muchos proyectos de construcción que se desarrollan en este municipio.
Serrano reconoce que los mayores proyectos de edificación suelen ser ejecutados por grandes empresas y por firmas locales con experiencia, lo que hace que sean los que presentan los mayores cumplimientos en materia de seguridad. Los principales riesgos aparecen, según señala, en los trabajos relacionados con pequeñas reformas y en la construcción de unifamiliares.
Ante la citada subida del 9% en la tasa de siniestralidad, la Fundación Laboral de la Construcción de las islas está intensificando las visitas a obras durante este año, que son realizadas por un técnico de los sindicatos y otro de las empresas para asesorar sobre la situación de las medidas de seguridad que se están aplicando. Según UGT, en estos momentos se están realizando entre 20 y 30 visitas a obras semanales, lo que refleja la intensidad con la que se está desarrollando esta labor.
Serrano recuerda que estos técnicos solo pueden asesorar, pero no sancionar, de ahí que reivindique que la Inspección de Trabajo eleve la vigilancia que se lleva a cabo en materia de seguridad y salud laboral en este sector.