El presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, se vio obligado ayer a quitar del orden del día de la reunión de la Mesa de la Cámara Autonómica la propuesta de subir el sueldo a los diputados un 2%, según marca el IPC. El motivo no fue otro que la falta de acuerdo entre los partidos del Pacto de izquierdas y los anunciados votos en contra de los grupos de la oposición, lo que hacía inviable que la propuesta prosperase.
El objetivo era que la Mesa del Parlament lo acordara para incluirlo en el primer pleno del nuevo curso político, que tendrá lugar el día uno de febrero.
El desmarque de Podemos ha jugado un papel clave en la paralización de la iniciativa. Los podemitas mostraron su desacuerdo en boca de la vicepresidenta de la Cámara, Gloria Santiago. De igual modo, el PP ya anunció en sus enmiendas a los presupuestos que no estaba de acuerdo con la medida de subir un 2% el sueldo a los parlamentarios con la situación que está padeciendo la ciudadanía a raíz de pandemia de la covid-19. En esta misma posición estaban El Pi y Ciudadanos, que también expresaron su rechazo.
Ante esta situación, PSIB-PSOE y Més no tenían los votos suficientes para que el Parlament aprobara la subida el próximo día uno de febrero, ya que los votos de Podemos son necesarios.
Hay que recordar que el presidente del Parlament cobra unos 72.200 euros anuales y con este incremento pasará a percibir unos 1.400 más al año. Los portavoces perciben ahora 67.500 y con el incremento cobrarían unos 1.350 más. Un diputado raso, que ahora percibe 58.000 euros anuales, con la subida cobraría 1.100 más.
