El arquitecto británico Richard Rogers falleció este pasado fin de semana a los 88 años de edad en Londres. Premio Pritzker de Arquitectura en 2007 y considerado uno de los pioneros en la denominada arquitectura de alta tecnología, en Palma diseñó a finales de los 90 del siglo pasado el ParcBit por encargo del president Jaume Matas, un proyecto en el que Rogers quería incluir viviendas para unas 8.000 personas, aspiración que no se ejecutó, se descartó y que él siguió defendiendo.

Rogers, nacido en 1933 en Florencia, fue el diseñador del Centro Pompidou de París, de la sede del Tribunal Europeo para los Derechos Humanos de Estrasburgo, de la Cúpula del Milenio de Londres y la T4 del aeropuerto de Madrid, además de las Bodegas Protos de Peñafiel en Valladolid, del Hotel y Centro de Convenciones Hesperia de Barcelona y de la remodelación de la antigua plaza de toros Las Arenas de Barcelona, entre muchos otros reconocidos edificios. Durante años formó equipo con su primera esposa, Sue Rogers, y con Norman y Wendy Foster.

Con un prestigioso bagaje, Rogers fue contratado por el Govern para diseñar el llamado masterplan del ParcBit, con el objetivo de crear una zona para empresas tecnológicas. El arquitecto presentó su propuesta en 1998, en la que preveía construir viviendas para entre 6.000 y 8.000 personas. El parque fue inaugurado en noviembre de 2002, sin ejecutar la fase residencial, con Francesc Antich de presidente de Balears.

El mismo día de la inauguración del ParcBit, Richard Rogers insistía: «Vida y trabajo son dos conceptos clave de este proyecto. Tiene una importancia fundamental que exista una zona residencial para vivir. Instalar solo oficinas es un concepto equivocado porque se trata de crear un ecosistema sostenible que permita ir a l trabajo a pie o en bicicleta».

Rogers defendía la necesidad de construir viviendas para quienes trabajaran en el ParcBit. «Los trabajadores de la innovación no son como los de las empresas tradicionales. Valoran mucho la calidad de vida y sus horarios de trabajo son mucho más flexibles. Las fronteras entre la empresa y la casa no están tan claras y definidas», sostenía el arquitecto, defensor de las ciudades compactas.

Pese a toparse con la negativa de Antich, que solo quiso empresas en la nueva zona tecnológica, Richard Rogers consideraba que el ParcBit había sido «una experiencia impresionante», un experimento que iría tomando forma y que en el futuro tendría viviendas. En otros aspectos, se congratuló de que se había cumplido «perfectamente» con su masterplan, «incluso superando las expectativas».

«Hoy lamentamos la pérdida de Sir Richard Rogers, responsable del Master Plan del ParcBit. Descanse en paz», comunicó ayer el parque tecnológico.