La reapertura del turismo hacia destinos como Mallorca, iniciativa con éxito que el Gobierno alemán desaconseja seguir, se plantea como excepción antes de una Semana Santa muy incierta para el sector por el reciente incremento de contagios de covid-19.

Hoy, lunes, la canciller alemana, Angela Merkel, se reúne de nuevo con los jefes de Gobierno de los estados federados para analizar los pasos a seguir ante la escalada de nuevos contagios por coronavirus que han vuelvo a colocar la incidencia acumulada en siete días por encima de los 100 casos por 100.000 habitantes. Todo apunta a que será necesario aplicar el «freno de emergencia» acordado y reintroducir parte de las restricciones que se habían levantado como parte de un proceso escalonado de reapertura de la vida pública.

Está previsto que hoy se tome una decisión también acerca de la Semana Santa y la movilidad dentro del país entre regiones con motivo de las vacaciones.

La presidenta del estado federado de Mecklemburgo-Antepomerania, Manuela Schwesig, afirmó en declaraciones a la emisora Deutschlandfunk que «nadie puede entender que la opción de unas vacaciones en Mallorca vuelva a prevalecer ahora sobre unas en el propio país por razones epidemiológicas».

«Cuando gente de toda Europa se junte en la isla en Semana Santa tendremos un foco inmediato»

La presidenta de Mecklemburgo pregunta por qué ir a Mallorca es menos peligroso que viajar a la costa alemana

En este sentido, abogó por que se permitan «al menos unas vacaciones sin contacto», es decir, que las personas puedan desplazarse dentro del país por ejemplo a su segunda residencia y se preguntó por qué una estancia en Mallorca «es menos peligrosa» que sentarse en el coche y viajar una hora a la costa alemana.

En la misma línea se pronunció el ministro principal del estado alemán de Baja Sajonia, Stephan Weil, que abogó ayer por suspender la autorización para viajar a Baleares.

«La decisión del Gobierno federal de levantar la prohibición de viajar a Mallorca ha sido un grave error», afirmó Weil en declaraciones al grupo de medios alemán RND. «Lo mejor sería que el Gobierno federal diera marcha atrás», añadió el dirigente del Partido Socialdemócrata (SPD).

«Si (Merkel) no está dispuesta a hacerlo, será necesario abrir un debate serio sobre obligaciones estrictas de pruebas y cuarentena para la vuelta. El índice de contagios en Mallorca puede que no sea crítico, pero cuando gente de toda Europa se junte en la isla en Semana Santa tendremos un foco inmediato», argumentó.

Asimismo, Weil indicó que es «difícil de explicar» que no se puedan reservar unas vacaciones familiares en el brezal de Luneburgo, pero sí viajar en avión hasta Mallorca. «Al menos deberíamos poder ir de vacaciones a apartamentos aislados en Alemania», reclamó.

Entró en el debate el jefe de Gobierno de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, al afirmar que «todavía existen esperanzas de un turismo autárquico» dentro del propio estado federado y dentro de la misma burbuja de convivencia.

Apertura de terrazas

En Renania-Palatinado abre hoy la gastronomía exterior con un plan que contempla testeos y rastreos, además de las medidas habituales de distanciamiento, higiene y uso de mascarilla, con el fin de que la gente pueda hacer excursiones a este land y visitar una terraza «en lugar de viajar a Mallorca», según dijo su jefa de Gobierno, Malu Dreyer.

La restauración y la hostelería alemanas habían vuelto a pedir esta semana al Gobierno un plan claro de reapertura que dé una perspectiva al sector, uno de los más afectados por la pandemia, con una caída de facturación del 39% en 2020, según datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Ni fuera ni dentro

Entretanto, el Instituto Robert Koch (RKI) de virología instó a no viajar dentro ni fuera del país en Semana Santa con el fin de no acelerar aún más la tercera ola de la pandemia.

El viernes de la semana pasada el RKI actualizó su lista de zonas de riesgo por covid y entre las regiones que dejaron de figurar en ella se encuentran seis comunidades autónomas españolas (Baleares, Valencia, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja y Murcia)

Como consecuencia, la demanda de vuelos a Baleares se disparó y las principales empresas turísticas y aerolíneas comenzaron a ampliar su oferta de viajes.