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Unas jóvenes, en su nueva vivienda.

Los jóvenes de Baleares, atados a alquileres que no pueden pagar

Más del 60% de los baleares menores de 30 años y emancipados residen en pisos alquilados

El Consejo de la Juventud de España (CJE) ya había pronosticado hace meses, cuando solo disponía de los datos de cierre de 2019, que el coronavirus iba a suponer para los jóvenes «llover sobre mojado», con un agravamiento de la situación que ya sufrían antes de que se declarara el estado de alarma y, en el caso de Balears, que ya se reflejaba en un paulatino descenso de las tasas de emancipación de los menores de 30 años. Los datos sobre el deterioro del mercado laboral durante el primer trimestre del pasado año reflejan el coste que la nueva crisis está teniendo sobre este colectivo, especialmente en lo referente al aumento de su tasa de paro.

Un aspecto que se subraya en el último informe de este organismo es el problema de acceso a una vivienda que padecen los jóvenes de Balears. El elevado precio de venta, sus bajos salarios y la imposibilidad para la mayoría de ellos de poder disponer del 20% del valor del inmueble para poder obtener una hipoteca (más el 10% para cubrir los gastos que la operación de compra conlleva), les aboca a recurrir al mercado del alquiler, pese a que también éste resulta extraordinariamente costoso.

En concreto, más del 60% de los menores de 30 años del archipiélago que se han emancipado residen en un piso alquilado, la cuarta tasa más alta de España (superada por la de Madrid, Cataluña y Navarra), pero más del 50% de los que tienen entre 30 y 35 años se mantienen en este tipo de inmuebles sin haber podido acceder a la propiedad, lo que en este caso supone el porcentaje más elevado de todo el país.

Acceso a la vivienda

Hay que recordar que los precios del alquiler en las islas son tan altos que un joven necesita un 117% de su sueldo para poder pagarlo, lo que obliga a compartirlo y genera un problema de «infraviviendas». Esta tasa es la segunda más alta de todo el país, solo superada ligeramente por la de Cataluña.

Si opta por la compra, el pago de la hipoteca supone casi el 90% del salario de un balear de menos de 30 años, en este caso el porcentaje más elevado de todo el país. Aunque sale más barato pagar la cuota de la hipoteca que el alquiler, el problema de los jóvenes es que la hipoteca que concede el banco solo cubre el 80% del valor de la vivienda, y este colectivo no dispone de los ahorros para hacer frente al resto del desembolso necesario.

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