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Andreu Palou: "El asesoramiento científico al Govern debería ser independiente"

«No vale con dar una explicación oral de las medidas, deben justificarse técnicamente»

Andreu Palou: "Las actuales restricciones se acercan al máximo que depende del Govern"

Andreu Palou: "Las actuales restricciones se acercan al máximo que depende del Govern" G. Bosch

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Andreu Palou: "Las actuales restricciones se acercan al máximo que depende del Govern" Alexander Cortés

Catedrático e investigador del Idisba y del CIBEROBN, Andreu Palou (Palma, 1952) lamenta que las administraciones tomen las decisiones «teniendo en cuenta daños y no previsiones» en la gestión de la pandemia»

El 28 de diciembre usted escribió en las páginas de este diario que las medidas contra el coronavirus eran insuficientes en Balears. Desde entonces, se han cerrado terrazas y se han prohibido reuniones familiares. ¿Ahora ya son suficientes?

En diciembre veíamos que si a la situación que ya teníamos desde el Black Friday y el Puente de la Constitución le sumábamos la movilidad y las reuniones por las fiestas de Navidad y Nochevieja, vendría un enero fatídico. El problema es que las administraciones toman las decisiones teniendo en cuenta daños y no previsiones y tienden a llegar más tarde. Ahora las medidas que se han tomado están cerca del máximo que puede tomar el Govern. Ahora sí se ha ido al máximo. Lo próximo es el confinamiento domiciliario, que es cosa del Gobierno. 

¿Otra vez, como denunciaba, han sido «a posteriori», tarde?

Cuanto antes se hubieran tomado más efecto hubieran tenido. En marzo, cuando aquí teníamos una mejor situación que el resto de España nos benefició el confinamiento del Gobierno. No podemos olvidar que el objetivo europeo es estar por debajo de 50 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas y ahora estamos por encima de los 600. 

¿Ahora tendríamos que confinarnos como en marzo?

Desde el punto de vista epidemiológico sería lo más efectivo aunque no fuera tan duro como en marzo. Yo habría sido partidario de confinamientos cortos, de una semana y dos fines de semana, en noviembre o en diciembre.

Defiende que cuando teníamos una incidencia de 150 casos por cada 100.000 habitantes y éramos la comunidad con menor incidencia, había que tomar medidas para llegar a los 25. Tal vez no se hubiera entendido por parte de la población ni de los sectores económicos afectados.

Ese es el problema. Los gobiernos para tomar medidas tienen en cuenta si la población está suficientemente alarmada. Si no lo está, dificulta que se tomen medidas, aunque sean necesarias.  

«Seguramente no se han tomado antes más restricciones por el miedo a la contestación de los ciudadanos»

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La situación sanitaria está peor que nunca, las UCI en máximo, goteo de muertes y nunca había habido tanto malestar, como se vio este martes con la protesta frente al Consolat.

Haría falta más trabajo en comunicación, en alertar a la población de la situación que hay. Las personas que protestaron es porque no ven justificación en las medidas y se ven perjudicadas.

Ha denunciado que ha faltado un contrapeso científico a las medidas políticas. Sin embargo, el Govern nos dice siempre que todas las medidas que toma se basan en criterios científicos.

Los gestores siempre dicen que toman sus decisiones basadas en la opinión de los expertos, pero el problema aquí es que no vemos esa opinión de los científicos. Si hubiera un organismo bien estructurado de evaluación científica de riesgos el Govern tendría una justificación de las medidas que toma. No vale una simple explicación oral de las medidas, de por qué quince días, por qué estas medidas y no otras, porqué unos sectores y otros no. Todo esto debería tener una justificación técnica y científica. 

¿Se nos venden como científicas y son decisiones políticas?

En Reino Unido se ven las contradicciones entre el comité científico y el Gobierno, aquí se nos dice que no hay contradicciones entre los gobiernos y los científicos que los asesoran, que están de acuerdo en todo, pero la realidad es que no sabemos qué es lo que dicen los científicos.

A nivel nacional Fernando Simón y aquí la científica Marga Frontera o el doctor Javier Arranz se han convertido en las caras de la gestión de la crisis. ¿Qué papel cree que tienen?

Asumo que intentan asesorar lo mejor que pueden e intentar convencer de las mejores medidas, pero no lo sabemos porque no tenemos esa información. Se confunde la decisión política con la recomendación científica. Eso pasa porque hay dependencia. Cualquier asesoramiento científico debería ser independiente.  

¿Se necesita un Instituto Robert Koch, como en Alemania?

Exactamente, pero esto no se improvisa de un día para otro. Necesitas científicos de prestigio, independientes, que los ciudadanos ya tengan como referencia.

Científicos como usted han alertado de la insuficiencia de las medidas en algunos momentos, batallando en solitario. ¿Les ha faltado una plataforma para hacerlo conjuntamente?

No es lo mismo dar una opinión sin demasiada investigación, que una opinión escrita después de evaluar toda la información, todos los estudios. Insisto, no es una cosa que se pueda improvisar de un día para otro.

Andreu Palou en el transcurso de esta entrevista.

Hay críticas de que se dan palos de ciego en la gestión.

Siempre hay un fondo y una justificación científica, lo que no hay es la percepción ciudadana de que este asesoramiento científico sea independiente. Seguramente las medidas no van desencaminadas, lo que seguramente no son suficientemente preventivas. Seguramente no se han tomado medidas por miedo a la respuesta de algunos ciudadanos que no las hubieran entendido.

Dice que no hay que mirar a ningún país de Europa, que el ejemplo es Corea del Sur. ¿Qué ha hecho Corea del Sur que no se haya hecho en Balears?

Corea del Sur, como consecuencia de la epidemia del SARS en 2003 y del MERS en 2012 tenían la experiencia y tenían estrategias para controlar la pandemia sin que se resintiera la economía: en Corea del Sur tienen un plan de emergencias que hacen cada cinco años, que tiene presupuesto y actualización constante, y después han tenido un sistema de seguimiento epidemiológico muy bien estructurado, que les ha permitido perseguir al virus y adelantarse a las cadenas de contagio, en febrero ya habían puesto miles de puestos de control de PCR, han utilizado aplicaciones informáticas de seguimiento...Hace una semana tuvieron 1.000 casos en un día con una población de 50 millones, fue una alarma y aplicaron algunas restricciones. Aquí tenemos 40.000 casos diarios con menos población y parece que no pasa nada.

Aquí la aplicación Radar Covid, que es lo que se ha intentado copiar de ese modelo de Corea, parece que ha fracasado.

Probablemente sea por una cuestión cultural o porque genera un volumen de trabajo que el sistema no ha podido absorber. 

Balears ha rechazado que la gente pueda hacerse test de antígenos en las farmacias. También el Colegio de Enfermería. Se argumenta que no se podría hacer rastreo o seguimiento.

Mira que Madrid en la primera ola tuvo una gestión desastrosa, pero en esto de que se puedan hacer en las farmacias tiene razón. Es cierto que puede dar lugar a fallos, pero es mejor eso que nada y ayuda a concienciar. Esta idea de querer controlar tanto algunas cosas y tan poco otras es otro problema que tenemos. Hay maneras de controlar los positivos que arrojaran los test de antígenos si ese fuera el problema.

La oposición pide cribados masivos, pero el Govern ha avisado que no era la solución poniendo el caso de Eslovaquia, donde se testeó a toda la población y acabaron confinados.

El rastreo tiene sentido si se pueden ir repitiendo estos controles. Si tienes los medios para hacerlo es lo ideal. Se podría hacer con los test de antígenos en las farmacias, que son relativamente baratos y saldrán test que serán más prácticos. Pero eso si se pueden hacer de manera continuada. Si solo lo puedes hacer una vez sirve para una evaluación de la situación y para una serie de contagios, pero lo ideal sería hacerlo de manera sistemática. 

La esperanza era la vacuna y sin embargo ha empezado con críticas al ritmo de vacunación.

Si en nuestras islas queremos tener una perspectiva de normalidad para el mes de junio necesitamos un plan de vacunación mucho más ambicioso. En una semana ya tendremos la de AstraZeneca, en unos meses la de Jansesn, que será una sola dosis y que se puede guardar a temperatura de neveras. No se justifica esto de que se reserven dosis. Si esto fuera así vendría en las recomendaciones a la hora de distribuirlas. Habrá que empezar a acelerar el actual ritmo de vacunación. A partir de aquí habrá que ver los efectos de las mutaciones del virus sobre las vacunas. Luego hay varios fármacos en fase avanzada, similares a aquel coctel que le dieron a Trump, que también cambiará la forma de afrontar la enfermedad.

Su especialidad es la nutrigenómica y publicó un estudio que concluía que la falta de algunos nutrientes incidían en la mortalidad del coronavirus.

Hay seis vitaminas, la A, la D, la C, la B12, B6 y B9, y cuatro minerales, que son el zinc, el hierro, el cobre y el selenio de los que hay evidencias que tienen un papel fundamental en el mantenimiento de un sistema inmunitario saludable. Comparando con otros países, vimos que en España con una elevada mortalidad fallaban la vitamina D, la A, el zinc y el hierro, mientras países con una situación relativamente buena como Finlandia, iban muy bien de estos nutrientes. Por eso, mientras llega a todos la inmunidad de la vacuna es importante tener en cuenta esos nutrientes. 

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