La caída en los proyectos y en la inversión que se tramitaron durante el pasado año llevan a vaticinar un descenso en la actividad de las empresas constructoras y de su empleo a lo largo del presente año, con el correspondiente deterioro de la economía balear, una apreciación en la que coinciden arquitectos y patronales del sector en las islas. Para paliar este problema, desde el colegio oficial que agrupa a los primeros se reclama una agilización en la concesión de licencias de obras, que debe producirse en un máximo de tres meses pero que de media tarda unos 16, con casos en los que se han alcanzado los 30 meses. Además, se critica el exceso de burocracia existente.

De este modo, se permitiría reactivar la actividad con el inicio de más obras a lo largo del presente ejercicio.

Esta reivindicación viene siendo respaldada igualmente por aparejadores, promotores y constructores.

Parque residencial antiguo

También se defiende la necesidad de apostar por la rehabilitación de las viviendas y recuperación de los barrios. Al respecto, se recuerda que el 56% del parque residencial del archipiélago se construyó antes de 1980, bajo una normativa y tecnología mucho menos evolucionadas y con unas exigencias en materia de eficiencia energética muy inferiores a las actuales.

En este sentido, la decana del Colegio de Arquitectos, Teresa Vall-llosera, hizo un llamamiento para que se aprovechen los fondos que van a llegar de la Unión Europea para la reactivación económica, dado que este tipo de actuaciones destinadas a la regeneración de barrios están entre sus objetivos.

El paquete de recomendaciones va dirigido a la clase política en el sentido de que es necesaria una legislación en materia urbanística que alcance un amplio consenso entre los partidos para evitar los cambios constantes cada vez que hay un cambio de color político al frente de las Administraciones.