Un pequeño barco con once ocupantes zarpa desde la capital argelina. El objetivo: Illes Balears. Una semana después, nueve de los pasajeros son rescatados y otros dos aparecen muertos. 9 de noviembre: 14 personas de Boumerdès (Argelia) se atreven a la peligrosa travesía del Mediterráneo hacia Mallorca. Hasta el día de hoy no hay rastro de ellos. 14 de noviembre: 13 personas prueban suerte también de Boumerdès. Cinco de ellos aparecen muertos en el agua días después, los demás han desaparecido. Solo hay tres de los cinco accidentes que ha recopilado el Centro Internacional para la Identificación de Migrantes desaparecidos (CIPIMD, por sus siglas en inglés). En total, la organización de ayuda tiene conocimiento de 53 migrantes que perdieron o murieron en la ruta Argelia-Balears solo en el último mes mientras intentaban comenzar una vida mejor en Europa. «En muchos casos, ambos significan lo mismo», dice Maria Ángeles Colsa de CIPIMD.

Colsa trabaja en la sede de la organización no gubernamental en Málaga. «La ruta del norte de África a Balears es peligrosa, no puedo entender por qué los medios de comunicación informan sobre ella tan pocas veces», señala. Durante años la gente ha estado muriendo con el objetivo de llegar a Mallorca, aunque nunca tantos como el mes pasado.

«El número de migrantes que se atreven a cruzar a Mallorca ha aumentado considerablemente porque temporalmente no hubo deportaciones debido a la pandemia», explica Colsa. La noticia de estas circunstancias favorables habría corrido entre quienes no ven futuro en su tierra natal. Solo en el último fin de semana de octubre, más de 250 migrantes lograron llegar a Mallorca y las otras islas del archipiélago. En noviembre hubo alrededor de 150 personas que fueron detenidas por la policía. Desde principios de año hubo 1.417 migrantes interceptados. Esta cifra triplica la de 2019, «Cuanta más gente corra el riesgo, más víctimas hay», dice Colsa.

"Si sus familiares no han recibido noticias de ellos 36 horas después de salir a las islas, es una mala noticia"

Francisco José Clemente, de la organización de ayuda Héroes del Mar en Almería, sabe lo peligroso que es el viaje, que ronda los 430 kilómetros en línea recta, para los inmigrantes irregulares. «Las corrientes, las olas fuertes y las tormentas repentinas son a menudo un problema, al igual que los grandes buques mercantes que rápidamente pasan por alto las pequeñas ‘cáscaras de nuez’», subraya Clemente. Además, los barcos no suelen estar diseñados para tal cruce. «A veces hay contrabandistas mafiosos que hacen que los barcos estén disponibles en malas condiciones. A menudo, los migrantes también se agrupan en forma privada y compran un barco por su cuenta que no está a la altura de las dificultades».

Tanto el CIPIMD como Héroes del Mar utilizan sus contactos en Argelia, Marruecos o Túnez en la búsqueda de desaparecidos. «Suelen ser familiares los que nos contactan porque no han tenido noticias de sus hijos», apunta Colsa. «Si no ha recibido señales de vida 36 horas después de partir hacia Balears, definitivamente es una mala señal», explica.

Sabedores del riesgo

La organización Héroes del Mar intenta entonces localizar la ubicación del barco lo antes posible. «El servicio de salvamento marítimo sólo sale cuando se sabe su posición», indica Francisco José Clemente. La mayoría de las víctimas se meten en problemas al comienzo del viaje. No solo porque el salvamento marítimo en aguas argelinas no está tan bien organizado como en España, sino también porque la mala recepción de teléfonos móviles cerca de la costa argelina dificulta la navegación de los migrantes. No es de extrañar, entonces, que los restos de las víctimas, si es que se encuentran, en su mayoría no aparezcan en territorio español.

Clemente cree que muchos argelinos ni siquiera conocen lo peligrosa que es la travesía . En cambio, Maria Ángeles Colsa sostiene que la mayoría sabe a qué riesgos se expone». «Preferiría ser devorada por los peces que morir en mi propio país», le dijo una vez un migrante. «Están muy desesperados. No hay nada que impida que muchos lo intenten», recalca.