El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, se ha comprometido a definir "un marco singular balear para responder" a la necesidad de compensación de los costes de la insularidad en la aplicación de la Política Agracia Común (PAC) europea en España.
Este "modelo específico balear" tendrá en cuenta los sobrecostes que la condición insular suponen para agricultores, ganaderos y productores alimentarios, y también las "características estructurales que hacen que el sector sea más frágil" en el archipiélago, como el pequeño tamaño de las explotaciones y la presión territorial de otras actividades económicas, ha dicho el ministro.
Planas ha hecho estas declaraciones tras mantener este jueves una reunión en Palma con la consellera de Agricultura, Pesca y Alimentación de Baleares, Mae de la Concha, para quien es "absolutamente vital" que la insularidad balear tenga una consideración específica en el reparto de los 47.724 millones de la PAC para España en el periodo 2021-2027.
El ministro ha señalado que los criterios de distribución de ayudas se seguirán negociando con las comunidades autónomas en los próximos meses y que "en la próxima primavera se definirá el modelo español de aplicación de la nueva PAC".
Ha indicado que "el factor de la insularidad es uno de los componentes, no el único", a tener en cuenta para potenciar el sector primario en Baleares, y ha eludido referirse a cifras concretas hasta que no estén publicados los reglamentos europeos y se cierre el diálogo entre regiones.
También ha rechazado que este "marco singular" para Baleares tenga que plantearse teniendo como referente "el espejo de Canarias", porque el archipiélago atlántico español tiene la condición de región ultraperiférica y una realidad agraria diferente.
La consellera de la Concha ha subrayado en su intervención ante la prensa que durante la reunión ha explicado "en detalle" al ministro el plan de regadíos con aguas regeneradas que plantea su departamento, "el único futuro para el regadío en las islas".
Planas ha expresado su convencimiento de que "no habrá ninguna dificultad de financiación" de este proyecto, ya sea con fondos ordinarios o con los fondos extraordinarios de la UE para afrontar la crisis de la covid-19.
