Tecnologías muy aprovechables pero con letra pequeña. Los adolescentes -y también los adultos- desconocen qué están asumiendo cuando aceptan las condiciones de una web. Las charlas abordan las luces y las sombras de las nuevas tecnologías.

La Inteligencia Artificial y el Big Data han llegado del futuro con un cargamento de promesas y mucha letra pequeña. Una iniciativa pionera en Mallorca bautizada como AI4Schools pretende hacer pedagogía en las aulas sobre los beneficios de una tecnología que ya está aquí . Y también sobre sus riesgos para que los adolescentes, cuyos datos resultan tan golosos para muchas empresas, sepan qué exponen cuando aceptan los términos y condiciones de uso de una página web.

«No se imaginan la cantidad de datos que están vendiendo cuando tienen Instagram o TikTok. Se sorprenden e incluso se asustan de la exposición que asumen. Se preguntan: ¿Por qué TikTok me obliga a aceptar todo eso? Entonces tú les dices que reflexionen sobre si vale la pena pagar ese precio por estar en esa red social», explica Javier Cantero.

Primera experiencia

Este físico y profesor en el instituto Aula Balear es el promotor de AI4Schools y de Mallorca Saturdays.AI, un grupo de expertos y apasionados por las nuevas posibilidades que ofrecen estas tecnologías y que se reunieron cada sábado durante cuatro meses para desarrollar varios proyectos relacionados con la Inteligencia Artificial. 

El desembarco de estas materias en las aulas empezó el pasado octubre con una primera experiencia en Aula Balear, donde Cantero es profesor. Y hace un llamamiento a que más centros les abran sus puertas. «Programamos charlas de una hora de duración en las que intentamos que los alumnos consideren la importancia de estas tecnologías que ya utilizan. Les concienciamos para que hagan un buen uso de ellas y sean conscientes de todo lo que aceptan cuando dan ‘click’ a las condiciones de una página web. Y les hablamos de las aplicaciones que vienen en el futuro, en solo uno o dos años», subraya Cantero.

«Repasamos toda la Inteligencia Artificial que los alumnos usan desde que se despiertan», afirma Javier Cantero

Los estudiantes de Tercero y Cuarto de la ESO, Bachiller y FP, a quienes van destinadas estas charlas, tienen una vaga noción de lo que suponen estos nuevos fenómenos. «Suelen asociar Inteligencia Artificial a robots. Y creen que quedan un par de años para que llegue, no son conscientes de que ya está aquí. Entonces les hacemos un repaso de toda la Inteligencia Artificial que usan desde que se despiertan hasta que se van a dormir: las recomendaciones de Spotify, los traductores automáticos, las aplicaciones para escanear una hoja de papel y convertirla en un pdf, o cómo los supermercados utilizan datos para saber en qué lugar y posición colocar un producto en un estante», argumenta Cantero.

«No se trata de vivir en una burbuja», concede este experto. «Yo también tengo aplicaciones, y no me leo las condiciones de uso, como casi nadie. Pero en Saturdays.AI a nivel nacional ha nacido un proyecto que quiere atacar esto. Se llama ‘Guard’: coge los términos y condiciones de uso de cualquier página y te detecta los puntos más importantes. Si son ochenta páginas de condiciones, él te lo resume en media», afirma Cantero.

La industria de los datos

AI4Schools, que también ofrece formación al profesorado, incluye en sus charlas el Big Data, un fenómeno generalmente desconocido por estudiantes y adultos, pero muy codiciado por empresas y asesores políticos. «Para explicar el Big Data me remonto al siglo XIX. Por ejemplo, les cuento cómo en 1850 los datos se utilizaron para erradicar la crisis del cólera en Londres. O cómo se usaron para que los americanos ganaran en la II Guerra Mundial. Los datos siempre han sido muy importantes para tomar decisiones. Pero ahora, con la tecnología e internet, aumenta muchísimo su volumen y velocidad. Eso es Big Data, el uso de muchos datos para la toma de decisiones», indica este profesor. 

«Cuando haya sensores que midan la velocidad del viento podremos crear autopistas de drones», señala Cantero

Y advierte sobre el poco aprovechamiento que las empresas de la isla hacen de esas tecnologías: «Una empresa que no está en el carrito del Big Data y de la Inteligencia Artificial, está perdida para la competencia. Si eres una empresa, con todo eso puedes predecir los gustos y la psicología de tus clientes potenciales, su religión y hasta sus opiniones políticas».

Algunos cambios, enfatiza Cantero, ya han cristalizado. «Existen asistentes virtuales a los que puedes dar el timbre de voz que quieras. Son perfectamente capaces de mantener una conversación con humanos y pueden utilizarlos ancianos que viven en soledad, por ejemplo. Incluso simulan el movimiento de los labios», indica este físico.

Y otros cambios están por venir. «Cuando el internet de las cosas esté desarrollado abrirá múltiples posibilidades. Por ejemplo, en Mallorca se está trabajando en un proyecto que consiste en colocar sensores sobre una malla en una parte de la ciudad para medir con precisión la velocidad del viento en tiempo real. Con eso podrás crear autopistas de drones que agilizarán la logística o la asistencia sanitaria», anticipa Cantero.

Este físico cree que Mallorca lo tiene todo para convertirse en un polo de atracción tecnológica, pero reclama a las empresas «muchísima más inversión».