Si hay un colectivo que ha padecido durante los cuatro años de la Administración Trump ese ha sido el sector turístico mallorquín, que ha padecido el endurecimiento de las políticas de Estados Unidos contra Cuba. Gabriel Escarrer externó ayer su «respeto» por las elecciones que han dado la victoria al demócrata Joe Biden y también su «esperanza» de que apoye a la industria. El vicepresidente ejecutivo y consejero delegado de Meliá hizo esta manifestación a través de la redes sociales como uno de «los hoteleros presentes en el Caribe».
«Todo nuestro respeto por el resultado de las elecciones en USA, y como hoteleros presentes en el Caribe, nuestra esperanza de que la nueva Administración apoyará al turismo como herramienta que es de cooperación, fraternidad y prosperidad», publicó el también presidente del lobby turístico Exceltur en su cuenta personal de Twitter.
La familia Escarrer, como el resto de hoteleros mallorquines con intereses en Cuba, han venido sufriendo durante la Administración de Donald Trump la cada vez mayor estrangulación del sector turístico al impedir los viajes de los estadounidenses a la isla y que se alojaran en hoteles participados por el Gobierno cubano, es decir, prácticamente todos.
Incluso en el caso de Gabriel Escarrer el Gobierno de Trump fue más allá al impedirle viajar a Estados Unidos. Hay que recordar que la Administración del presidente saliente estadounidense en su escalada de reactivar la conocida como Ley Helms Burton, que permaneció casi un cuarto de siglo dormida, llegó a prohibir la entrada de Escarrer a EE. UU. ¿La razón?, que dos hoteles en Holguín, Cuba, que gestiona Meliá según Estados Unidos se ubican en una finca expropiada por el régimen castrista. Por tal razón, desde finales de 2019 al alto ejecutivo de Meliá no podía entrar en Estados Unidos, país en el que precisamente la compañía cuenta con dos hoteles, el Meliá Orlando Celebration y el Innside New York NoMad.
A Escarrer se le comunicó la prohibición por carta, y otras empresas con intereses en Cuba también recibieron misivas similares.
Con la llegada de Biden al Gobierno estadounidense se les abre a los hoteleros, como dice Escarrer, una ventana de esperanza para que los turistas de ese país regresen a Cuba, en plena apertura turística ahora, y el resto del Caribe; un balón de oxígeno para la industria en medio de la pandemia.