Durante su labor inspectora la dirección general de Consum ha dirigido uno de sus focos sobre el polígono de Son Castelló, punto de referencia de distribución en la isla de productos procedentes del mercado asiático. 

Una quincena de almacenes de venta al por mayor se concentran en solo  metros de la calle Gremi de Sabaters. Todos se dedican a la venta de ropa, complementos, bisutería y, ahora también, a la de mascarillas. 

Dominan las higiénicas reutilizables, la mayoría de tela, aunque también se venden quirúrgicas. Una visita a varios de estos establecimientos sirve para comprobar numerosas irregularidades en los etiquetados, en caso de haberlos.

Supone un desafío ver algún paquete con los correspondientes certificados UNE, CE y de la Agencia Española del Medicamento. A menudo las instrucciones de uso solo están redactadas en chino, y algunas partidas de  mascarillas de tela a la venta se describen como de «uso genérico», sin hacer más especificaciones.  

Los precios varían en función de la cantidad de mercancía que adquiera el minorista o de si se pacta una compraventa sin IVA (es un terreno abonado para el fraude). Son, en cualquier caso, más asequibles que en la mayoría de establecimientos de Palma.

En una de las naves se venden cajas de cincuenta quirúrgicas por 10 euros (20 céntimos la unidad). Los precios son muy variables con las higiénicas, como su eficacia.