El negocio de la prostitución mueve en Balears cada año más de 70 millones de euros y unos 90.000 hombres pagan por los servicios sexuales de alguna de las aproximadamente 2.350 mujeres en situación de prostitución en las islas. Estos son algunos de los datos que figuran en el Estudio sobre la prostitución, la trata y la explotación sexual en Balears, encargado por el IBDona y elaborado por un equipo dirigido por la UIB.

El detallado estudio muestra y analiza por primera vez la realidad de la prostitución y la trata en las islas partiendo de la idea de que la prostitución es una forma de violencia de género y desde una perspectiva abolicionista. Así lo expusieron ayer los responsables técnicos del estudio, Susana Ortega (IBDona) y Lluís Ballester (Grupo de Estudio de la Prostitución en Balears), que lo presentaron junto a la directora del IBDona, Maria Durán, y la consellera Pilar Costa, quien participó en el acto por videoconferencia.

Entre otras fuentes de información se ha encuestado a 239 personas en situación de prostitución y analizado 515 anuncios en las plataformas de distribución en internet y 65 webs de prostitución controladas por organizaciones de diversos tipos. Algunos de los datos que se extraen de las entrevistas es que el 55,2% ejerce la prostitución en pisos. La mayoría (211) son extranjeras, lo que demuestra la relación entre prostitución e inmigración y tráfico. De hecho el estudio resalta que entre el 30 y el 50% de las mujeres prostituidas son víctimas de tráfico.

Además, la mayoría (62,3%) tiene hijos y el 51,9% de ha sentido amenazada o en peligro. El 48,7% ha sufrido violencia durante el último año. El estudio constata que el coronavirus ha puesto más en evidencia la vulnerabilidad de las personas prostituidas.

Entre los cambios legales que se proponen está el de «hacer efectiva la persecución prioritaria de la pornografía infantil». De hecho, el estudio resalta que la explotación sexual infantil y de adolescentes está muy influida por los cambios tecnológicos y es muy difícil de cuantificar y resolver, ya que se desarrolla en la clandestinidad y en muchas ocasiones las víctimas no se reconocen como tales.