Los médicos de Balears que se sumaron ayer a la primera huelga nacional de este colectivo convocada en los últimos 25 años, junto a los que lo hicieron en el resto del país, exigieron la dimisión del ministro de Sanidad, Salvador Illa, por negarse a negociar la retirada o modificación del real decreto que ha provocado una huelga que, si nada lo remedia, volverá a reproducirse el último martes del próximo mes de noviembre.

La protesta, como viene siendo habitual en estos casos, tuvo un desigual seguimiento atendiendo a las fuentes que se consultan. Así, el Servei de Salut lo estimó en el 22% de los profesionales mientras que el sindicato médico convocante lo cifraba en entre un 70% y un 80%, como en el conjunto del país.

«Han jibarizado los datos, como acostumbran a hacer con las listas de espera», interpretaba Miguel Lázaro, presidente del sindicato médico de Balears (Simebal) durante la masiva concentración que más de doscientos facultativos escenificaron ayer en la puerta de hospitalización de Son Espases en la primera jornada de la huelga nacional de este colectivo convocada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM).

Una protesta que ha venido motivada por la reciente promulgación de un real decreto que, entre otras medidas, contempla la posibilidad de que médicos extracomunitarios puedan ejercer en este país pese a no tener aún el título homologado o que estudiantes que no han alcanzado la nota de corte para optar a una especialidad médica también puedan hacerlo. Por no hablar del posible trasvase de profesionales desde los hospitales a los centros de salud y viceversa para hacer frente a las necesidades asistenciales derivadas de la pandemia de covid-19.

El hecho de que esta norma permita que profesionales médicos sin la especialidad puedan ejercer como tales supone, en opinión de los huelguistas, no solo poner en peligro «la salud de todos los españoles» sino también «el mayor atentado que se ha perpetrado a la sanidad pública española, a la seguridad de los pacientes y a nuestros derechos incluso como trabajadores», rezaba el comunicado leído por todo el país por los convocantes de la protesta.

IB-Salut desglosó el seguimiento de la huelga por hospitales en la siguiente proporción: Son Espases, un 22%; Son Llàtzer, un 35%; comarcal de Inca, un 24%; hospital de Manacor, un 27%; Atención Primaria de Mallorca, 19%; Área de Salud de Menorca, un 20%; Área de Salud de Eivissa y Formentera, un 33%, y, por último, en sus propios servicios centrales donde secundaron la protesta un 17% de sus trabajadores.

A cada médico que secundara la huelga se le descontarán unos 240 euros de su próxima nómina, confirmaron tanto fuentes sindicales como de la Administración.