La directora general de Salud Pública del Govern, Maria Antònia Font, compareció ayer en el Parlament a petición de Ciudadanos para analizar los planes de contingencia contra la covid-19. Una comparecencia dura donde los grupos de la oposición le pidieron su dimisión fulminante y pusieron en duda su capacidad para gestionar el departamento. Font aseguró que uno de los problemas a los que se enfrentan son las personas de colectivos vulnerables que no cumplen la cuarentena decretada.

«Nos encontramos con muchas personas de colectivos vulnerables que necesitan salir cada día para ganar un poco de dinero para comer y no cumplen la cuarentena», aseveró Font. De todas formas, aseguró que los brotes «están en el ámbito familiar y social, en los domicilios».

Durante la comparecencia de la directora general de Salud Pública se produjeron momentos de tensión entre ella y los grupos de la oposición. En un momento de su intervención se refirió a los sanitarios: «No podemos dejar únicamente en manos de los sanitarios la lucha contra la pandemia, es una cuestión de todos. Los sanitarios estamos reventados», sentenció con tono vehemente Maria Antònia Font.

Acto seguido cogió la palabra el diputado de Ciudadanos Juanma Gómez que arremetió contra la directora general: «Me preocupa que la responsable de Salud Pública admita que está reventada. Si está agotada haga un favor al Govern, dimita y marche a su casa a descansar». Gómez también le recordó que «dudo de que una persona que manifiesta agotamiento esté capacitada para seguir en su puesto». El PP y Vox se sumaron a la petición de dimisión de los naranjas. La directora general del Govern no entró al trapo y apuntó que sus afirmaciones eran para demostrar la dimensión del «extraordinario» trabajo de los sanitarios en esta crisis.

Otro momento polémico fue cuando desde la oposición pusieron en duda la fiabilidad de los cuestionarios en puertos y aeropuertos. Font les recordó a los diputados que «en sanidad siempre partimos de cuestionarios para diagnosticar, lo siento si ustedes no lo sabían y no me gusta el menosprecio que han hecho de ellos». La diputada de El Pi, Lina Pons, le indicó que «su vehemencia había sido poco afortunada y que no estaba en el Parlament para dar lecciones a los diputados».

Un dato que puso sobre la mesa la directora general de Salud Pública fue el de los casos importados a Balears desde otras comunidades o del extranjero que hasta el momento son 83. De igual modo, informó que las personas extracomunitarias que han dado positivo son 156.

La oposición insistió en el tema de las residencias y Font admitió que sabían que al abrir las visitas familiares habría contagios: «El riesgo cero no existe», apostilló Maria Antònia Font.