Unas 40 personas que pertenecen a familias con niños con necesidades especiales protagonizaron ayer una sonora protesta en Palma. Unos 20 vehículos realizaron un recorrido por Palma solicitando que se garantice los apoyos educativos para estos niños que precisan una atención especial. Los familiares se quejan de los planes de protección que se han realizado para atender a estos menores. Los padres consideran que, dadas las circunstancias, la vuelta al colegio debería ser voluntaria y, por tanto, sin consecuencias.