El pasado junio no se pudo celebrar el International Boat Show. Ante el cariz que estaba tomando la pandemia se tuvo que cancelar. Y tras una temporada marcada por el descalabro turístico, que se salda con una caída del 40% en el sector náutico, ayer se presentó un proyecto innovador que pretende marcar tendencia internacional. Para noviembre se ha organizado la primera feria náutica virtual, un proyecto que sale adelante de mano de la Cámara de Comercio y el Balearic Marine Cluster.
El proyecto, que se celebrará del 18 al 20 de noviembre, es “ambicioso e innovador”, en palabras de Toni Mercant, pues se trata de la primera feria náutica “cien por cien virtual” con el objetivo de atraer a profesionales de todo el mundo y dinamizar un sector que también ha salido golpeado por la crisis sanitaria. Además, ayudará a acelerar la digitalización de las empresas náuticas, rebajará costes e incidirá en la sostenibilidad al no haber desplazamientos.
El Balearic Yacht Show, que cuenta con la web https://balearicmarine.org/balearic-yacht-show, nace con continuidad para proseguir funcionando como una plataforma durante todo el año en la que se seguirán organizando eventos.
La bajada de facturación de los chárter ha sido un 80% y las llegadas de grandes yates han resultado muy afectadas
Durante la presentación de la feria, en la Cámara de Comercio, el secretario general de ANEN (Asociación Nacional de Empresas Náuticas), Carlos San Lorenzo, envió un mensaje virtual animando a buscar fórmulas para mantener la comercialización en el sector ante el panorama de un otoño sin salones náuticos.
Para Toni Salom, presidente del Balearic Marine Cluster, el Balearic Yacht Show es una herramienta para potenciar el archipiélago como referente en el sector y al mismo tiempo hacer contactos y difundir información práctica sobre legislación de fondeos o dónde hacerlo.
Esta misma semana se ha presentado la feria náutica también al Govern, pues el proyecto virtual no entraba dentro de sus planes, señaló Mercant, pero el sector ha optado por llevarlo adelante.
Sin reparaciones
Echando la vista a lo que ha supuesto la temporada, Salom apunta a que la actividad de los yates de gran eslora ha sido la más perjudicada por las restricciones de los mercados emisores y las cuarentenas, lo que ha significado que el volumen de actividad ha caído entre un 30% y un 40%.
A las embarcaciones que no han venido –cambiaron su rumbo hacia el sur de Francia, Gibraltar, Italia o Grecia por las cuarentenas de Alemania o el Reino Unido– se une las que tampoco llegarán para hacer reparaciones este invierno.
“En pánico” sin bajar del barco
En el sector del chárter, más de lo mismo. El presidente de la Comisión del Charter de la Asociación Patronal de Empresarios de Actividades Marítimas (APEAM), José María Jiménez, concretó que la bajada de la facturación ha sido del 80% tras la actividad de mediados de julio hasta finales de agosto, con un 95 % de la flota parada en septiembre, un mes tradicionalmente muy bueno para el sector.
Hasta el 30% de las 200 empresas de chárter pueden caer, mientras los clientes alemanes presentes esta semana en la isla “no han bajado del barco, no han tocado tierra por esta situación de pánico” ante la pandemia. Sobre la feria virtual y la plataforma en que derivará, Jiménez la ve como una oportunidad para las empresas pequeñas para “fidelizar a clientes directos”, pues dependen principalmente de las mayoristas.
Para las excursiones marítimas también ha sido un verano desastroso, con solo un 10% de actividad, explica Santiago Mayol, presidente de Barcos Azules de Sóller. El candidato a la presidencia de APEAM señala que de nueve barcos solo uno ha funcionado con mercado español y local.
